Muerte i testamento
DE LA VIUDA DE COUSIÑO

  La opulenta Isidora
Murió en pais estranjero,
No se escapó la señora
Ni aun libró de la muerte,
Ni por su mucho dinero.

  Tiempo ha que padecia
De una horrible enfermedad,
Nunca tuvo mejoría,
Porque vení a sufriendo
Desde mui tierna edad.

  Ella cruzaba los mares
En busca de salud,
Andaba por los lugares
Buscándola, pero halló,
De improviso el ataud.

  La ciencia fue incompetente
Para curarle su mal,
No se encontró suficiente
De darle la mejoría
Con su arte medicinal.

  Ella tenia millones
De pesos i así no pudo,
Sanar en otras naciones,
Porque no se halló capaz
Curarla ni el mas agudo.

  Horas ántes de morir
La gran señora testó,
Hizo apuntar, es decir
Plata para un hospital
Antes de existir dejó.

  Se sabe que en Buen Retiro
Se va a hacer el hospital,
Mucho en ménos de un suspiro
Para que allí los mineros
Mejoren de todo mal.

  A mí la caritativa
No me dejó ningún cobre,
Siendo que fué compasiva
No hizo recuerdo de mi
Viéndome tambien repobre.

  Una cantidad de plata
Le dejó a sus operarios
Con esto van a echar guata,
Cuando ya se la entreguen
Se van a hacer millonarios.

  Con el tiempo los lotinos
Van a armarse de despachos,
I otros bodegas con vinos
En que morirán tomando
Todos los que son borrachos.

Nota: Isidora Goyenechea Gallo (Copiapó, 1835-París, 1897)

Ver lira completa

image_pdfConvertir a PDFimage_printImprimir

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *