Fusilamiento del reo
Albornoz en Santiago

  Ya con la vida pagó
Albornoz el desgraciado
En el banco se sentó
Confuso i atribulado.

  Un padre mui de mañana
Al reo lo confesaba
I los ausilios le daba
De la relijion cristiana.
A la vírjen soberana
El pobre se encomendó,
La vista al suelo bajó
Mui triste i enternecido
Contrito i arrepentido
Ya con la vida pagó.

  De la celda lo sacaron
Al reo con pasos lentos
I en esos tristes momentos
En el banco lo sentaron,
I la vista le vendaron.
En ese instante angustiado
Un padre a cada lado
Lo exhortaba en su partida;
I se encuentra en la otra vida
Albornoz, el desgraciado.

  Casi media poblacion
Fué a ver el fusilamiento
Por tomar un escarmiento
En esta ejecucion.
Hasta mi fiel corazón
De pena se acribilló
La jente se enterneció
Al presenciar tal escena
Porque el reo con gran pena
En el banco se sentó.

  Ya se acabó el padecer
De este mísero mortal
Por ser un gran criminal
El tuvo que fenecer.
En contra de su querer
Dejó este mundo enfadado
Un piquete bien armado
Le hizo la puntería,
Murió a las ocho del dia
Confuso i atribulado.

  Al fin Jacinto Albornoz
Pagó su cruel fechoria
I yo le clamo a Maria
Que tenga perdon de Dios.
Aunque su crímen atroz
Fué en los diarios comentado
Ya se encuentra sepultado
En la tumba sepulcral;
Porque el que mata a puñal
Debe morir fusilado.

Ver lira completa

image_pdfConvertir a PDFimage_printImprimir

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *