San Buenaventura dijo al Señor

  Mas ¡ai! solo hallas desden
Y crueldad, tu amarga pena
Y a muerte vil te condena
La ingrata Jerusalen.

  ¿Qué es esto? Rei Celestial,
Dios de bondades ¿qué es esto?
Tú en tanta ignominia puesto
Sufriendo angustia mortal;
Te entregas al temporal
Sacrificio, ya lo ven,
Tan fiero suplicio a quien
Correspondes con horrores,
En vez de hacerte favores
Mas ¡ai! solo hallas desden.

  Nuevo Isaac, mi buen Jesús,
Ayer con rejia ovacion,
Por sacrílega irricion
Tu mismo cargas la Cruz,
Con sentimiento la luz
Despues de estar tan serena
Vistió de luto su almena
Viendo entristeza al mas santo
Mi Redentor sois un llanto
Y crueldad tu amarga pena.

  Te dió alabanzas divinas
El Hijo de Dios bendito,
Aun sin el menor delito
Y hoi te corona de espinas
Ciudad dí ¡qué es lo que opinas?
En tan rigurosa escena,
Al mirarle Magdalena
No era Dios ni su retrato,
Lo mandó azotar Pilato
Y a muerte vil te condena.

  Colmado de oprobios mil
Te vistes, ¡oh! Dios, insultado,
Escupido y flajelado
Como el esclavo mas vil;
¡Oh! cisne bajo el pensil
Espera su fin le den
Los del Concilio tambien
A unánimes le aborrece,
Y las insignias te ofrece
La ingrata Jerusalen.

  Al fin, lobos con furor,
Sus bocas sobre tí abrieron;
Y tus mejillas hirieron
Hartándose en tu dolor;
Y luego, a morir Señor
Burlado mil ocasiones,
Te arrastran viles sayones
Ya en tu celestial figura,
Fenesiendo tu hermosura
En medio de dos ladrones.

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