MAS DETALLES DE LOS CAUTIVOS

  El clamor de los cautivos
A Santiago no ha llegado,
Lo que supo su Exelencia
Telegrafió al consulado.

  Penoso es el argumento
De aquellos veintiun guerreros;
Como fueron prisioneros
I vendidos al momento;
Tienen de padecimiento
Diez años consecutivos
Quedan diezinueve vivos
I entre ellos una mujer;
Una carta dió a saber
El clamor de los cautivos.

  De los pies a la cintura
Han estado encadenados
Por los indios custodiados
Durmiendo en la tierra dura:
En tan penosa clausura
I en tan miserable estado,
Suspirando acongojado.
Dijo, uno entre su delirio,
Este penoso suspiro
A Santiago no ha llegado.

  Una vez un misionero
A uno de ellos confesó
Dijo el pobre, padre yo
Ya me conozco que muero,
En verdad la muerte espero
Que dé fin a mi existencia,
Agusanado en presencia
I de hambre voi a morir,
Así los mandó pedir
Lo que supo su Exelencia.

  Juan Valenzuela llegó
A la Paz cual peregrino,
Con un año de camino
I su escena la contó;
Su narracion esplicó
Con frecuencia al encargado,
Siendo de ello cerciorado
I con orden evidente;
Así el Señor Presidente
Telegrafió al consulado.

  Al fin Daza el jeneral
Tiráno entre los tiranos
Vendiste nuestros hermanos
De nuestra Patria natal;
Esa mancha esa señal
Te quitó honra i razon,
Por ese negro borron
Has salpicado tu pecho,
I ese desaire le has hecho
Al padre de mi nacion.

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