Bríndis de un carnicero
Brindo por ser carnicero
En el centro de esta plaza;
Por aquella niña huasa,
Que por ella peno i muero,
Puedo fundir mi sombrero
Porque a mi mui bien me trata;
Su mirada me maltrata
I mi amor se desespera.
La niña que a mí me quiera
Le doi la carne sin plata.
Bríndis de un basurero
Brindo por ser basurero,
Por mi buena campanilla
I por mi mula rosilla
Que me hace ganar dinero;
Brindo por el tesorero,
Por ser buen municipal,
I por esa caja real
Donde viene mi ventura;
I brindo por la basura,
Que de ella hago principal.
Bríndis de un cuadrino
Pidió permiso un cuadrino
Para brindar i brindó,
I unas palabras habló
Impulsando su destino:
«Por esta copa de vino
Me obligo a brindar, primero
I por aquel caballero,
Quien aplaudió mis errores
I a la presencia, señores,
Brindo por el matadero»
Brindis de un borracho
Entre todos los borrachos
Brindo por los tomadores
I brindo por los licores
Que hai en todos los despachos
Brindo por aquellos cachos
Que para la chicha son
Brindo por un traganton;
A la salud de las niñas;
Brindo por todas las viñas
Que hai en toda la nacion.
Bríndis de un carretonero
Brindo por mi carreton,
Tomando esta copa larga;
I cuando me llega carga
Echo guata en la estacion;
Brindaré por mi patron
Porque no es ningún coqueta
Cuando me toca la veta
La aprovecho mui temprano
I con la copa en la mano
Yo brindo por mi pioneta.
Brindis de una chupuscapa
Brindo en esta reunion
Con mucha delicadeza
A nombre de mi baeza
I por aquel buen cabron.
Brindo por mi buen salon
Por verlo tan alfombrado
I de futres adornado
De baston i de colero.
Mi trabajo es mui suertero,
Pero es un poco pesado.
José Hipólito Casas Cordero,
Autor, Poeta Santiaguino, Echáurren, núm 607
