Por la mañana temprano
Se halla listo el buen pastor
Con esforzado valor
Por salir al campo sano.
A salir se determina,
Con su ganado primero,
A la oveja i el cordero
Los dirije a la colina,
Donde el contrario se inclina
Olfateando al aire ufano;
Que lo derribe es en vano,
El valiente leon o el zorro,
Los interna al alto morro
Por la mañana temprano.
Pasa el alto portezuelo
Recorriendo la pradera
Jirando por la sendera
Hasta hallar el arroyuelo.
Se ve lleno de consuelo
I el jilguero con honor
Al oir el ruiseñor
Gorjea su voz i trina,
I cuando el sol se declina
Se halla listo el buen pastor,
Pasado la primavera
Cuando el hielo se ha quitado,
Lleva el pastor su ganado
A aquella alta cordillera
I cuando llegó la fiera
Toda llena de furor
Le dijo, qué hubo señor;
Al perro de que se trata
Mató el campeon a la ingrata
Con esforzado valor.
En otras noches siguientes
Otro enemigo llegó
I con él se combatió
Al pie de sus inocentes.
De los arroyos i fuentes
Se despidió este selvano,
Triunfó por su propia mano
En la batalla tan fuerte,
Se vió en brazos de la muerte
Por salir al campo sano.
Al fin de aquella alta cumbre
Divisa el campeon su hogar
I se propone bajar
Antes de que el sol alumbre;
Entre la brisa i vislumbre
Le acompañan los candores,
Este operario en rigores
Nunca se dió por vencido,
Bajándole sus rocios
A los vasos de las flores.
