Tu boca es una armonia
Tus lábios son de coral
Tu mejilla es un lucero
Y tus ojos de cristal.
Oye pues, granito de oro
Las quejas de un fino amante
Que siempre he sido constante
Desde el tiempo que te adoro
Con preseverancia imploro
A tu presencia alma mia
Yo te amo con regalía
Desde que te solicito
Cuando te doi un besito
Tu boca es una armonia.
Ese color encarnado
Que se parece a un jazmin
Sois la flor en el jardin
Como un clavel matizado
Un color disiprinado
Tiene tu modo jovial
Como el mas lindo metal
Hermoc[e]a tu figura
Rosita de miniatura
Tus lábios son de coral.
Rubia perla de los mares
Hermoso cielo azulado
Que dejastes perfumado.
Los mas inmensos lugares
Sirena de los cantares
Guia de aquel buen sendero
Linda fl[o]r en macetero
Que a la vista cautivais
Y en la parte donde estais
Tu mejilla es un lucero.
Tu vista me simboliza
Y me atrae los amores
Y esos bonitos colores
Me atormentan con gran prisa
El fuego ardiente se atiza
Y en mi pecho es un puñal
Dame pues, una señal
De fineza mas estable
Tienes un modo agradable.
Y tus ojos de cristal.
Al fin pues, blanca azucena
Iris de aquella bonanza
Dí, cuando tendré esperanza
Que cortes esa cadena
Tal es mi congoja y pena
Que lo paso delirando
De dia y doche pensando
Desde que te conocí
Si has nacido para mí
Porqué te andas escusando?
JOSE HIPÓLITO CASAS CORDERO.–Autor Poeta de Santiago, Echáurren núm. 607.
