Tobías, su hijo mandó
a Ragues, la gran ciudad
Para hacer una cobranza
con la mayor brevedad.
Al camino se hizo luego
el jóven en la ocasion
con la mayor devocion
a Dios clamaba en un ruego
en un tranquilo sociego
el ciervo se encomendó
ni sin momento vaciló
por ir a tierras lejanas
i a casa de sus hermanas
Tobías, su hijo mandó
El ánjel San Rafael
se presentó de repente
donde estaba el ser viviente
i lijero lo habló a él
pues contestándole aquel
con una severidad,
en aquella soledad
que en esa hora se hallaba
le dijo que caminaba
a Ragues, la gran ciudad
Un ánjel le acompañaba
a Tobías esa vez
iapareciósele un pez
cuando los piés se lavaba,
su amigo le resguardaba
todo lleno de esperanza
haciendo la comprobanza
sin tener ningún desliz
le dijo voi al pais
para hacer una cobranza.
La hiel luego le sacó
i la mantuvo guardada
duranto aquella jornada
i nada le sucedió
a donde Raquel llegó,
él sin tener novedad,
solo su capacidad
lo hizo grandioso i portento
se presentó aquel momento
con la mayor brevedad.
Al fin se volvió el viajero
a la casa de su padre
i lo recibió la madre
con cariño verdadero,
Sara con mucho esmero
persistia en su conquista,
le obedecia mui lista
porque era su esposa fiel
mas con la virtuosa hiel
despues recobró la vista.
Imprenta J. Gregorio Olivares
Maturana 884.— Santiago.
