En calle Coquimbo ha sido
Esta terrible reyerta,
Por medio de la embriaguez
Se encontró una mujer muerta,
Llegó Rosario Contreras
De visita mui cumplida
Donde la tal Fuenzalida
Que pronto la muerte espera.
Mas, como luego supiera
Que al frente estaba el querido
Por el alcohol, sin sentidos,
Se fué buscando el encono,
I este crímen que menciono
En calle Coquimbo ha sido.
Diré que la tal Rosario
Antes fué mujer de Pérez,
Que gozó de sus placeres
I despues fué su contrario.
La mujer del victimario
Es Rosa Medina, aspierta,
Que a la mencionada muerta
La dejó en aquel trasbal,
I en la misma capital
Fué la terrible reyerta.
Esa tal Rosa Medina
Le dió muerte a la Contreras
Por el celo desespera
I con el puñal se inclina.
Con mal intento la indina
Se avanzó con rapidez
En el momento despues
Al corazón le tiró,
I esta muerte se efectuó
Por medio de la embriaguez.
Donde Bravo Juan de Dios
Fué el crímen que se analisa
I su mujer Doralisa
Tambien quedó herida en pos.
Gracias le damos a Dios
Detallando tal inerta,
Tambien una vieja tuerta
Llegó aquella madrugada
I en esa infeliz morada
Se encontró una mujer muerta.
Al fin, aquella niñita
Hija de Juan de Dios Bravo
Probó con mui buen acabo
El hecho que ahí se ajita.
La policia se irrita
Con Leiva, el caballero
Que encontró aquel altanero,
Donde al momento lo amarra,
I tenian de guitarra
Un tarro parafinero.
