En el altar hai un sol
En el sol hai una estrella
En la estrella hai un diamante
I en el diamante una bella.
Una claridad ilumina
A un suntuoso paraiso
De divinidad es el friso
I de una esencia mui fina
Una fuente cristalina
Se ve allí como un crisol
Unas nuves de arrebol
[C]on un arco reluciente
Con luces resplandeciente
En el altar hai un sol.
Hai una luz alumbrando
Sin sesar de noche i dia
I una lira en armonía
A Dios lo pasa ensalsando
Un anjel está adorando
A una preciosa sentella
La dicha se encuentra en ella
Por orden del soberano
Dándole vida al cristiano
En el sol hai una estrella
Aquella hermosa tribuna
Parece al cielo estrellado
De un color tan deliciado
I en cada estreno una luna
Adquirida de una en una
De aquello mas elegante
Hai un trono interesante
De aquel mas lindo tesoro
Con lindos dibujos de oro
En la estrella hai un diamante
Allí dan esplicacion
Tres lenguas por un artículo
I se ven doce discipulos
Esperando absolucion
Tambien se oye una cancion
Que al alma pura la sella
[I]un clarin nace de ella
Por su infinito poder
I se ve resplandecer
En el diamante una bella
Al fin un muro inflexible
De él nacen siete pilares
I un sinnúmero de altares
Con su poder infalible
Su adorno es indescriptible
I un estencibo cimiento
Se divisa un monumento
Pendiente de aquel abismo
[C]uan[d]o llama al c[r]istianismo
Le obedece mui atento.
