Fusilaron a Valdes
En el banquillo afrentoso
Ahí pagó su delito
En el dia tenebroso.
A las seis de la mañana
El reo al al ai llamó
I una merced le pidió
Con su alma tan soberana
Al toque de la campana
Marchaba con rapidez
Entró por primera vez
A la Iglesia con gran prisa
I despues de oir la misa
Fusilaron a Valdes.
La sentencia le leyeron
De la pena capital
Para que pagara el mal
Al banquillo lo trajeron
I la vista le cubrieron
Al criminal tembloroso
Clamaban al Poderoso
En vista de que lo ataron
Cuando ya lo ejecutaron
En el banquillo afrentoso.
Un pobre preso temblando
Las manos le fué a amarrar
Cuando lo iban a ultimar
Por su pecado nefando
Tres sacerdotes van dando
Consejos al pobrecito
Que clamara al infinito
Por el crimen cometido
Con su pecho endurecido
Ahí pagó su delito
Apuraba su agonía
I ahi mismo desespera
Con un corazon de fiera
El la muerte la pedia
La ora se le cumplia
Olvidando el calabozo
Ya cuando quedó en reposo
Hizo plegarias fervientes
Turbada quedó la jente
En el dia tenebroso.
Al fin cuando ya le dieron
Los tiradores la descarga
La sensacion mas amarga
Todos allí recibieron
El golpe gracia sintieron
Cuando lo vieron caer
La lei con su gran poder
El indulto le negó
I con su vida pagó
Por dar muerte a su mujer.
