Versos biblicos
LAS GLORIAS DEL REI DAVID I
MUERTE DEL JIGANTE GOLIAT

  David fué el segundo rei
En el pueblo de Israel,
Por el Supremo Hacedor
Recibió el castigo cruel.

  De Belen los dos ancianos
Con gran esplendor i brillo,
Mandaron al pastorcillo
A saber de sus hermanos.
Del furor de los paganos
Libertó la santa lei;
A vista de aquella grei
Mató al jigante feroz;
Por la permision de Dios
David fué el segundo rei.

  Llegó valiente i ufano
Al ejército mandado,
I lo halló aterrorizado
Con aquel grande pagano.
Le preguntó al soberano
¿I quien es el hombre aquel?
Despues que ya vido en él
Un valeroso deseo,
Propuso tomar empleo
En el pueblo de Israel.

  Las palabras del jigante
Dijo, aquí no hai quien responda,
El i marchó con su honda
I le dió muerte al instante;
Quedó en el campo triunfante
El inocente pastor.
Ya viéndose vencedor,
Al hacer la paz i arreglo,
Lo victoreaba el pueblo
Por el Supremo Hacedor.

  En premio, el rei le ofreció
Darle su hija mayor,
Si en aquel lance de honor
Triunfaba i David triunfó.
La cabeza le cortó
Con su misma arma al infiel.
Mas tarde por Bersabel,
Dice la santa escritura,
Que por gozar su hermosura
Recibió el castigo cruel.

  Al fin, cuando coronado
Fué de rei i gran monarca,
Quiso la opresora parca
Envolverlo en el pecado.
Mui triste i desconsolado
Lloró él en su corazon,
Por los montes de Sion
Sin tener ningún consuelo;
Hasta que vino del cielo
Un ánjel con su perdon.

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