El invierno
I SUS RIGORES

  Dale con que ha de llover
I el cielo como una plata,
El sol que reberverea
I el agua que no dilata.

  Cuando el invierno es lluvioso,
La tierra se humedece,
Mas si temprano aparece
Bramando tempestuoso,
El sembrador afanoso,
Estando el agua al caer,
Trabaja a mas no poder
Para abarrotar su casa,
Porque el tiempo se lo pasa
Dale con que ha de llover.

  Pasando ya el aguacero
Vuelve el sol a su candor
Con un espléndido ardor
Calorisa el mundo cutero,
I el otoño lisonjero,
Aunque la estacion ingrata,
Principia de mata en mata
A darnos sus flores rubias,
El tiempo amenaza lluvias
I el cielo como una plata.

  Despues en la primavera
Se viste el campo de flores,
Con su fragancia i olores
Perfuman la tierra entera.
En la mas alta ribera
La brisa suave hermosca
Para que el cristiano vea
Las cristalinas vertientes:
Caen aguas a torrentes
I el sol que reberverea.

  Cuando el viento inesperado
Aparece con violencia,
Con su carrera sentencia
Al árbol mas elevado;
I el inabundicio nublado
Tan pronto que al sol maltrata
Comienza la catarata
Refrescando al terreno,
El cielo se halla sereno
I el agua que no dilata.

  Por último, en el verano
El rubio sol diamantino
Aparece cristalino
Mostrando un rayo diafano.
I el sembrador con su mano,
Con su pasion tan sencilla,
Por si el invierno lo pilla
En su cosecha atrasado,
Trabaja desesperado
Para guardar su semilla.

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