Con gusto i placeres te canto las glorias,
Al son de mi lira te rindo homenaje;
A fin que reviva tu invicto coraje
Daré en mis cantares tus muchas victorias.
Viniste Rodriguez desde la Arjentina,
Lijero a este Chile cruzaste la sierra,
Para inspeccionar la española tierra
I con tus astucias labrarle la ruina.
Los godos temblaban como unos canallas
Al saber que en Chile tu nombre se hallaba;
I el Jefe Supremo entre sí pensaba
Dejar su gobierno i buscar las playas.
Jamas, guerrillero, te asustó la muerte,
En toda tu vida grandiosa i tan bella;
Propuso del cielo tu brillante estrella
Alumbrar con gozo tu dicha i tu suerte.
Tu fuiste, Manuel, sosten i baluarte,
En la independencia el mas valeroso;
Le diste laureles a Chile anheloso,
Coronas de flores a nuestro estandarte.
Jamas el cansancio, el hambre ni el frio
Te hacian, heróico, quebrantar de idea;
Por tu valentía, titan de titanes,
Hoi nuestra bandera ufana flamea.
Cuando propusieron mandar a este Chile,
Aunque era la suerte mezquina i escasa,
Tú, noble Rodriguez, dijistes yo voi
A mandar noticias de lo que allí pasa.
Ningún ciudadano propuso venir,
Porque las soberbias aquí eran mui grandes
I vos valeroso cruzaste los Andes
Resuelto a triunfar, vencer o morir.
Dejaste gran fama en esas campañas,
Como hombre de astucias ninguno te iguala;
Aunque mas tarde te tocó la mala
I te arrebataron tus muchas hazañas.
De verte glorioso despues de la guerra
Quisieron los hombres con ambicion tanta,
Quitarte la vida, valiente soldado,
Pero hoi se humillan todos a tu planta.
Jamas se ha borrado tu nombre en la historia
I en ella se halla visible i patente,
Por eso hoi en dia los grandes chilenos
Al leer la pájina inclinan la frente.
Recuerdo que fuiste guerrero inmortal,
Por mas que tu muerte a mi me horripile;
Diré que te dieron, heróico Manuel,
Nuestros compatriotas el pago de Chile.
