De tanto estar desafiando
Al cabo encontré un marrano,
Para ponerle, señores,
El silabario en la mano.
Bien firme te quiero ver
Meneses en tu talento,
Si atacas este jumento
Hasta hacerlo comprender.
Jamas te dejes vencer
Si te sigue contestando,
Debes de ir atracando
A la horripilante peste;
Ya tengo quien me conteste
De tanto estar desafiando.
Jerez, el bestia, que horror
Me ha salido de encontron,
Mas bravo que un hormigon
Con satánico valor.
No es no mas que ladrador
Ese Choco ultramontano;
Como chancho en el pantano
Pasa osando ese estropajo;
Aunque con mucho trabajo
Al cabo encontré un marrano.
En el medio del peonajo
Javier ha sido estudiado.
Porque en lo desvergonzado
Imita mas que un salvaje.
La moral de su lenguaje
Lo hace caer en errores;
Corrompido de los peores
Es por lo sucio i lo obsceno;
Pero yo tengo un buen freno
Para ponerle, señores.
Topo, izote altanero
Traza de poeta apaleado,
Entrañas de condenado
Potro criado en un potrero.
Nariz de perro rastrero
Boca de macho cuyano
Dientes mugrientos con huano,
Tienes de tanto comer;
I aquí te voi a poner
El silabario en la mano.
Al fin, Jerez, el chambon
Es cinico en lo entendido;
Me contestó el atrevido
Pero sin la puntuacion.
Fijate bien, maricon
Con quién te has puesto a versar,
Te voi hacer rebuznar
Como burro en primavera;
Para sacarte hoi de cera
Las huachas te voi a dar.
