Hai trescientas treinta escalas
Para bajar al infierno,
Doscientas planchas de acero:
El que no cae resbala.
Dios sin principio ni fin
No se puede comprender,
Pero hizo con su poder
Un delicioso jardin.
Creó al perverso Cain
Vestido de ricas galas,
Formó aves con sus alas
Gobernadas por él mismo;
Desde la haz al abismo
Hai trescientas treinta escalas
Despues que formó la gloria
Propaso formar los ánjeles,
Los querubines i arcánjeles
Para concluir su historia.
Todo esto dejó en memoria
I escriturado el averno,
Con su poderío eterno
Sin pensar el unitrino,
Hizo aparte otro camino
Para bajar al infierno.
Formó un espacioso velo
El gran Dios del monumento,
Alegre en el firmamento
Hizo los astros del cielo.
De flores alfombró el suelo
Por el Universo entero.
Todó esto fué verdadero
Tal como determinó;
De la nada improvisó
Doscientas planchas de acero.
Formó el seno de Abraham
Para los justos mortales,
Aves, peces i animales;
A Eva i su esposo Adan
Les dijo: no tomarán
Del fruto que les regala.
Pero sí la mujer mala
Dijo con tono asombroso:
En la lei del poderoso
El que no cae resbala.
Por fin, formó las estrellas,
La luna, lucero i guia,
Que alumbran despues del dia
Con unas luces tan bellas;
Hizo rayos i centellas,
I el zodiaco en la alta esfera;
Hizo otoño i primavera
El Dios creador del mundo;
Con su poder sin segundo
Formó al sol en su carrera.
