Llegó el pagano valiente
Donde el noble emperador,
Pidiéndole por favor
Que salga Roldan al frente.
Sabiendo en Alejandría
La fama de los cristianos,
Tomó el arma en sus manos
Con destreza i bizarría.
Se lanzó al campo aquel dia
Creyéndose mui potente,
Con el carazon ardiente
Como lo hacen los guerreros,
I adonde los caballeros
Llegó el pagano valiente.
Al momento que llegó,
Fierabras el altanero,
Fiando en su cortante acero
A todos los desafió.
Ninguno le contestó,
Mas no sé si por temor,
I él viéndose vencedor,
Con sus armas prevenido,
Se atracó el mui atrevido
Donde el noble emperador.
Le dijo el tio a Roldan,
Que lo fuera a combatir,
Pero él no quiso salir
Como que aquí lo verán.
Los otros ¿por qué no van?
Contestó el batallador,
I mui pronto con primor
Se armó el conde Olivero,
I se presentó lijero
Pidiéndole por favor.
Carlos Magno le cedió
Permiso para que fuera
A combatir i saliera
Donde el moro lo citó.
Cuando ya se preparó,
Fué admiración de la jente:
El cristiano nada siente
Morir por la santa lei,
Al oir que dijo el rei
Que salga Roldan al frente.
Al fin, Olivero herido
Salió como gran magnate,
Peleó i dejó en el combate
Al enemigo vencido.
Se batió como aguerrido
En el campo, placentero,
Llevando al pagano infiero
Cautivo como tesoros.
Una multitud de moros
Se lo llevó prisionero.
