En Temuco unos bandidos
Hicieron una matanza.
La justicia sin tardanza
Pillará a los forajidos.
Diez i siete salteadores
Salieron de una emboscada
Un dia de madrugada
A asaltar los moradores;
Resueltos los malhechores
Todos dejaron sus nidos,
I de los montes tupidos
Partieron con gran deseo
A hacer el feroz salteo
En Temuco unos bandidos.
El que hace de capitan
Es un hombre mui feroz
Este no teme ni a Dios
Ni aun ménos a Satan.
Imitando a un huracan
El con nadie tiene alianza
Con su heroismo en bonanza
Los terribles bandoleros,
Por ver si hallaban dinero
Hicieron una matanza.
A un hombre degollaron
Estos crueles inhumanos;
Con instintos de paganos
Los dos brazos le cortaron;
Las tripas fueza le echaron
Despues de abrirle la panza,
I hoi dia, sin esperanza,
Sus crímenes van purgando,
Porque los está pillando
La justicia sin tardanza.
La jente en la Araucanía
Tiene su vida en un pelo:
Vive con tanto recelo
En la noche i en el dia.
El bandalaje a porfía
De donde están escondidos,
Salen mui bien prevenidos
Sin clemencia i sin piedad,
Nuestra leal autoridad
Pillará a los forajidos.
Al fin, a una mujer
La agarraron entre dos;
La infeliz clamaba a Dios
Sin encontrarse que hacer.
Vió a su esposo fenecer
I a dos hijas que tenia;
¡Qué pena no lo daría
A aquella madre amorosa!
Recibió muerte alevosa
Por manos de jente impía
DANIEL MENESES
POETA NORTINO, Morandé, 8-A