Ya tenemos Presidente,
Quiera Dios que salga bueno:
I si se vuelve un veneno
Lo odiará toda la jente.
Muéstrese condescendiente,
Que es el remedio mejor.
Le suplico por favor
Que quite la pena mia;
I en mi bella poesía
Lo felicito, señor.
El Congreso lo nombró
Para digno mandatario,
Pero al partido contrario
Nada bien le pareció.
Dicen que él se atrapó
Por fuerza el puesto de honor,
I quiso el calumniador
Quitarle su nombradía;
I en mi bella poesía
Lo felicito, señor.
La escala presidencial
Recien la formó el Pililo:
Yo no escribo en ese estilo
Porque me parece mal.
Siendo un neto liberal
Don Federico, lector,
Lo aborrece el escritor
Allende, que es herejía;
I en mi bella poesía,
Lo felicito, señor.
Si él se afirma en la silla,
Yo aliviaré mis pesares,
I hoi le brindo estos cantares
Por ver si le saco astilla.
Mi ciencia no se le humilla
A ningún criticador,
Ni aunque sea superior
Que escriba con fantasía;
I en mi bella poesía
Lo felicito señor.
Al fin, señor Federico,
Lo aconsejo en mis impresos
Que no haga juicio a los lesos
Si lo tratan como mico.
Aunque dicen que por rico
Usted ha subido al poder.
Yo aquí le daré a saber
A lo que no conocemos,
De que con usted tendremos
Plata i harto de comer.
