Gran asesinato
EN COMBARBALÁ.—EL ZAPATERO QUE
LE DIÓ MUERTE A LA MUJER A MAR-
TILLAZOS.

  Un zapatero borracho
Se hizo criminal sin ser:
A golpes con el martillo
Le dió muerte a la mujer.

  Llegó a la casa el malvado
Buscándole la pelea,
I ella le dijo: no sea
Malo, estése sosegado.
Le contestó el depravado:
¿Por qué usted me raspa el cacho?
Antes de irse al despacho
De golpes le siguió dando,
I la dejó agonizando
Un zapatero borracho.

  Este de continuamente
En la taberna pasaba,
I lo poco que ganaba
Lo gastaba en aguardiente.
Era irrision de la jente
En todo el barrio, a mi ver.
Cuando al anochecer
A la casa se presenta,
Por otra china mugrienta
Se hizo criminal sin ser.

  La esposa lo aconsejaba
Que no fuese calavera,
I él se volvia una fiera
I de puñetes le daba;
Aturdida la dejaba,
Como lo hace todo pillo;
I una vez por un cuartillo
Que ella le gastó forzoso,
La agarró el facineroso
A golpes con un martillo.

  Tantos golpes le pegó
El zapatero tirano,
Que se le pasó la mano
I aturdida la dejó.
Ella en el suelo quedó
I él se lanzó a remoler.
Por no darle de comer
I quedar solo en la vida,
Con crüel mano homicida
Le dió muerte a su mujer.

  Al fin, quedó una niñita
I un niñito mas mayor,
Que lloran con gran dolor
La muerte de su mamita;
I el padre malo se ajita
Preso e incomunicado;
Con grillos i encadenado
Está por ser delincuente,
I se encuentra en lo presente
Rabioso, desesperado.

DANIEL MENESES
POETA NORTINO, Morandé, 8-A

Ver lira completa

image_pdfConvertir a PDFimage_printImprimir

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *