La mula con los costales
ANDAN IGUALES

  La mujer es la pantera,
El hombre es un tiburon:
Se ve clarito que son
Cortados a una tijera.

  Cuando un hombre se enamora
Ciegamente de su dama,
Frenético la proclama
Su Sífilde encantadora;
Todo su amor atesora
En ella con fé sincera;
Pero ¡ai! si esa fé en quimera
Se cambia i es traicionado!
Para ese amante burlado
La mujer es la pantera.

  La inmensurable ventura
De su dicha es sin igual:
De un golpe en rabia infernal
Lo trasforma en amargura;
Despues la causa la impura
Mujer que le hizo traicion,
I entónces su corazón
Solo venganza respira,
Porque rebosando en ira
El hombre es un tiburon.

  Tambien se ve a cada nada
Que un petardista sin alma
Procura turbar la calma
De una jóven noble honrada,
Tierna, fiel, apasionada
Que ultraja sin compasion;
Sin otra compensacion
Que sus mentidas finézas;
I mui falsas sus promesas
Se ve clarito que son.

  Ella deposita en él
El amor mas puro i santo,
I el imbécil, entretanto,
En vez de amor le de hiel;
I ella, ántes que serle infiel,
Quinientas veces muriera;
opóngase aquí quien quiera,
Yo afirmo bajo mi nombre,
Que son la mujer i el hombre
Cortados a una tijera.

  Al fin, la verdad vulgar
Es verdad sin contrapeso
Pero cuado el bello sexo
En toda parte i lugar
No se le ha oido esclamar:
Los hombres son los fatales,
I a estos rujir: las desleales
Son ellas, que sin razon
Cuando tan iguales son
La mula con los costales.

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