Olivero estando herido
A la batalla salió,
Combatió hasta que dejó
Al enemigo vencido.
Llegó el horrible pagano
Donde Cárlos Magno estaba,
I pronto lo desafiaba
Al combate, mano a mano.
Pronto le dijo el anciano
A su sobrino temido,
Contestarás prevenido
Las bravatas de este infiel;
Pero sí salió por él
Olivero estando herido.
El conde que les prevengo
Buscó al moro de fijo,
I cuando lo halló, le dijo
A darte la muerte vengo.
A tu vista me contengo
I a tu presencia estoi yo,
Nada le atemorizó
A aquel heróico soldado;
De a caballo i bien armado
A la batalla salió.
Le dijo levantaté
Eso no es de caballero
Que a presencia de un guerrero
Tu no te pongas de pié.
Fierabras dijo por qué
No te conozco a vos yo
I entónces lo amenazó.
Porque así era necesario;
I sin armas al contrario
Combatió hasta que dejó.
Fierabras le preguntó
Por su nombre al caballero,
Yo soi, le dijo Olivero,
Guarin, pero le mintió.
Hombre, ¿i quién te mandó?
Así, i creo que herido,
No, vengo sano i te pido
Que te armes, no es disparate
Peleó i dejó en el combate
Al enemigo vencido.
Al fin, el moro la lanza
Tomó presto i cabalgó,
I el ataque principió
Sin rencor i sin venganza.
Clamó, pues, sin esperanza
Olivero el buen cristiano,
Madre de Dios Soberano
Vos que sois la medianera;
No permitas de que muera
En manos de este pagano.
