El ave mal pagadora

  Ave por qué te volaste
Con tanta desobediencia.
Olvidaste la querencia
Del nido en que te criaste.

  Díceme por qué motivo
Desechas mi fiel cariño,
Siendo yo tu blanco armiño
Te muestras con tono altivo,
Con tu amor despreciativo
De mi lado te ausentaste.
Hoi no hai pena que me baste
Para llorar mi quebranto.
Viendo que te quiero tanto
Ave por qué te volaste.

  A la amorosa avecilla
La manejaba entre aromo,
Un dia sin saber cómo
Se me fué la parterilla;
Rompió su marcha sencilla
I me dejó a la inclemencia,
Pidiendo al cielo paciencia
Con un cierto frenesí;
Te separaste de mí
Con tanta desobediencia.

  Dia catorce de Enero
Me fuí con ella a Santiago,
I ella me dió tan mal pago
Siendo mi amor verdadero.
Cambió pronto habitadero
Sin la menor diferencia:
Siendo que la subsistencia
Te daba de lo mejor;
Por seguir a otro amador
Olvidaste la querencia.

  Pueda ser de que algún dia
Se acuerde de su adorado,
I vuelva siempre a mi lado
A vivir en compañía.
Contigo tendré alegría.
Te diré aunque te ausentaste;
Aunque te vanagloriaste,
Si quieres vivir conmigo,
Ven a tomar el abrigo
Del nido en que te criaste.

  Al fin la avecilla amante
En mi falda se acostaba,
Despues que tanto me amaba
Mudó pronto de semblante,
Con su pasion inconstante,
Cruel odio me fué tomando,
Anhelosa suspirando,
Sin darme a saber por qué
Encumbró el vuelo i se fué
I a mí me dejó mirando.

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