I que viva Callorda el que defendió
A nuestra bandera con valor i tino,
I cuando propuso el bravo arjentino
Pues de ella burlarse, él le dijo nó.
Hoi que se encuentra pisando estos lares,
Habrá que aplaudirlo, lector, de lo lindo;
Yo como poeta, señores, le brindo
Miles de homenaje en estos cantares.
¡Oh! noble soldado, al grande uruguayo
Corre a saludarlo con propia armonía,
Por la accion que hizo en favor de Chile;
Para él pues dedico yo esta poesía.
Nuestros compatriotas en pago le dieron
Una linda espada mui firme i cortante,
A fin que recuerde sus glorias triunfante
Su nombre grabado en ella pusieron.
Cuando ya se supo de que Adrian venia
En viaje a Chile i estaba en los Andes,
Aquí le tejian coronas de flores
Para presentarle los hombres mas grandes.
Al fin, ciudadanos con gusto i placeres,
Salndemos todos al recien llegado;
Ya que en Chile se halla alegre i contento
En estos momentos sea él festejado.