María, la desgraciada,
Al verse tan aburrida,
Mas bien se quitó la vida
Por no ser escomulgada.
Pues catorce años tenia
La jóven cuando salió
De su casa i se apuntó
En una hermandad aquel dia.
La infeliz no sabia
Lo que era la lei sagrada,
Despues mui apesarada
Pensando en su mala suerte,
Propuso darse la muerte
María, la desgraciada.
El cura llevó a la chica
A la calle de San Pablo,
I la dejó el santo diablo
Sirviendo en una botica;
Despues de que la empalica
A confesion la convida,
I ella mui arrepentida
Pensando en el confesor
Dijo: me mato es mejor,
Al verse tan aburrida.
La jóven no iba a misa
Antes, se sabe de cierto,
I Mercedes como advierto
La hizo cambiar de prisa.
Este hecho aterroriza
A la persona entendida,
I ya viéndose perdida
La niña con tal premura
De temor del santo cura
Mas bien se quitó la vida.
Dos años andaba afuera
Volando la pobrecita,
Por una beata maldita
Que la engañó a la lijera;
Para sacarla de cera
La infame mujer malvada,
La cual la llevó engañada
Al convento, paso a paso,
I hoi se ha pegado un balazo
Por no ser escomulgada.
Al fin, pido al señor Prado
Que aclare el hecho cuanto ántes,
I a los autores el guante
Echarles será mi agrado;
No hai que dejarlo a un lado
Ni por oro ni por plata,
I si mucho se dilata
Malo está, debe ser presto,
Quien tiene la causa de esto
Es un cura i una beata.
DANIEL MENESES
Poeta Nortino
Calle Zañartu Nº 8 (entre San Pablo i Sama)
