En la ciudad de Mendoza
Sucedió este hecho alevoso,
La cruel tirana mujer
Victimó a su cruel esposo.
De un tan profundo sueño,
El recordó sin querella,
I la despertó él a ella
Con un semblante halagüeño;
Mate dame con empeño
Le dijo a la cariñosa,
La cual aceptó gustosa
Risueña i con alegría;
Cometió la picardía
En la ciudad de Mendoza.
Si él se hubiese imajinado
En su desgraciada suerte,
Que ella le iba a dar la muerte
No la habria despertado;
Se durmió siempre con frio,
Con calma, paz reposo,
I ella cual tigre furioso
Se fué sobre él sin pensar;
I en aquel humilde hogar
Sucedió este hecho alevoso.
Dicen que estaria loca
Cuando lo hizo sucumbir;
Años tendrá que sufrir
Si mala suerte le toca;
Ciérrese mi santa boca
Si hablo falso en mi creer.
Me deben de reprender
Los colegas arjentinos,
Dependerá de asesinos,
La cruel tirana mujer.
Dicen en la declaracion,
Yo lo ultimé de gusto,
I ahora me hallo con susto
Al pensar en la prision;
Ténganla en la Correccion
En estrecho calabozo;
El crímen es afrentoso
Que cometió esta tirana;
Con una intencion pagana
Victimó a su fiel esposo
Al fin, dos golpes le dió
Con el hacha en la cabeza;
Fueron con tanta certeza
Que el cráneo se lo partió.
Al principio ella mintió
Por burlar la autoridad;
Despues dijo la verdad
Que ella era la autora,
I presa está pues la señora
Por tan gran barbaridad.
DANIEL MENESES
POETA NORTINO
