Ya en el banquillo murieron
los cuatro desventurados
antes de ser fusilados
de veras se arrepintieron.
Por fin les llegó el momento
el postrero do la vida
en que una bala homicida
les puso fin al tormento
con grande recojimiento
de la celda se salieron,
con paso firme anduvieron
hasta la silla fatal
i por practicar el mal
ya en el banquillo murieron.
Entre varios relijiosos
marcharon a paso lento
mostrando arrepentimiento
por sus delitos odiosos
i con pasos cautelosos
iban de atras los soldados
con sus rifles preparados
para aplicar el castigo;
no vieron ningun amigo
los cuatro desventurados.
Pronto los cuatro en hilera
llegaron a los banquillos
sujetandose los grillos
i palidos como cera;
en seguida a su manera
los cuatro fueron sentados
i luego d[ ] verdades
ante muchísima jente
que se juntó de repente
antes de ser fusilados.
Despues que les amarraron
La boca con un pañuelo
los soldados sin recelo
poco a poco se acercaron;
al pecho les apuntaron
i [las] descargas se oyeron
los reos se sacudieron
pero aun no se morían,
los circunstantes decían
de veras se arrepintieron.
Los cuatro cabos tambien
se acercaron en tal caso
i dieron otro balazo
a cada uno en la cien
cuando ya murieron bien
todo el mundo se marchó
la jente se retiró
dejando ahi solitaria
la Carcel Penitenciaria
donde el acto se efectuó.
