Ya salió José María
De la prision donde estaba,
Buscando mui anheloso
La prenda que mas amaba.
Lo primero que pensó
Fué de seguir a su bella
Hasta que diese con ella,
I como hombre cumplió.
Le dijeron de que Juana
Con amoroso semblante,
Estaba comprometida
Con otro nuevo marchante.
Contestó en esos momentos
Al que la nueva le dió:
Miéntras no lo vea yo,
Pues no me creo de cuentos.
Era tan grande el amor,
La voluntad i el cariño,
Que le tenia a su armiño
Puro i dulcificador.
Como un loco, por las calles,
Salió por ver si la hallaba,
¿Dónde han visto a mi morena?
A todos les preguntaba.
Ya libre de la prision,
Sin encontrar un atajo.
Anduvo todito el dia
Calle arriba, calle abajo.
En calle de Duarte afuera
Halló a Juana en un ranchito,
Viviendo con un rotito
Mui alegre i placentera.
Cuando él se le presentó
I le hizo la visita,
En esa dia solita
En la casa la encontró.
Ella, al verlo entrar
I hallándase sin defensa,
Con temor i con vergüenza
Dijo, aquí me va a matar.
José María, contento,
Le habló de amores a Juana,
I con mas fuerzas que gana
Ella le convidó asiento.
El accedió mui gustoso
La oferta que ella le hizo,
I pronto, de un improviso,
Le preguntó por su esposo.
(Continuará.)
ROSA ARANEDA
CALLE DE ZAÑARTU, NÚMERO 9
ENTRE SAN PABLO I SAMA