El reo que hizo
EL ASESINATO EN EL CUERPO DE
INJENIEROS ES
CONDENADO A MUERTE.

Remijio Aburto, el soldado,
Les digo en mi poesía
Por haber muerto a García
A muerte está condenado.

  Para el autor del delito
Del cuerpo de Injenieros,
Toditos sus compañeros
Piden el castigo a grito.
Yo no hallo de que es bonito
Balear a un hombre esforzado,
Pero ya está decretado
I la sentencia leida,
Que ha de pagar con la vida
Remijio Aburto, el soldado.

  El consejo, sin tardanza
Se reunió con primor;
Para juzgar al hechor,
Principió por la Ordenanza.
El reo, como por chanza
Con el valor de aquel dia
Demostró mas alegría
Como valiente chileno;
Se halla tranquilo i sereno,
Les digo en mi poesía.

  Su defensor alegó
Como letrado de ciencia,
I creo que la sentencia
Nada bien le pareció.
Enérjicamente habló
Con muchísima hidalguía;
Dijo que él lo defendia
Por piedad, i pecho franco;
Pero tendrá que ir al banco
Por haber muerto a García.

  El reo oyó la lectura
Del oficial, mui conforme,
I aunque el golpe era enorme
No maldijo su ventura.
Para él fué una dulzura
Aquel decreto firmado;
Lo recibió con agrado
En el momento preciso,
I solo por lo que hizo
A muerte está condenado.

  Por último, una hermana
Entró donde el reo estaba,
I llorando, lo abrazaba
Aquella alma cristiana.
Le dijo, traeré mañana
Un confesor, sin tardar,
El contestó sin pensar
Con mucha moralidad:
He de decirle verdad,
No me quiero confesar.

Ver lira completa

image_pdfConvertir a PDFimage_printImprimir

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *