Se lamenta el reo
EN CAPILLA

  Ya estoi puesto en capilla,
¡Ai Dios qué será mí!
Voi a pagar con la vida
El crímen que cometí.

  Desde hoi dia pensaré,
En la relijion cristiana,
I a la Vírjen Soberana
A ella me encomendaré.
Con humillación i fé,
Mi conciencia pura brilla,
Como una alma que se humilla
A presencia del Señor;
Para morir con honor
Ya estoi puesto en capilla.

  Varios dias he de estar
Penoso i atribulado,
Confesando mi pecado
Para poderme salvar.
I despues me han de sacar,
Al banquillo desde aquí
Tan pronto que llegue allí
Será confuso el lamento,
En ese fatal momento
¡Ai Dios qué será de mí!

  Recibiré por primero,
Al Dios justo i tan amado,
Cuando ya esté confesado
Les daré mi adios postrero.
Pensando en el Verdadero,
Emprenderé mi partida,
Con mi alma triste, aflijida,
Diré al llegar al suplicio:
Lo que hice en sano juicio
Voi a pagar con la vida.

  Cuando ya vaya marchando
Solo a cumplir mi destino,
Iré por todo el camino
A cada paso llorando.
La hora se va acercando,
Ya la esperanza perdí;
Tarde es cuando conocí,
I jamas podré escapar
Porque pronto he de pagar,
El crimen que cometí.

  Al fin, cuando sin consuelo,
Al banco vaya llegando,
Solo me iré encomendando
A la Vírjen del Carmelo.
Sin tener ningún recelo,
Con el ánimo sereno
Me despido del terreno
Para ser afusilado;
Muero en el banco sentado
Como valiente chileno.

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