El popular cancionero
Vende libros por millares,
Bonitos sus ejemplares
Del rimador marrullero,
Allá en la Imprenta Santiago
Por un escritor abate
Un enorme disparate
Se publicó con halago;
Permita Dios que haga amago
Cruzarme a mí el embustero;
Con su estudio verdadero,
Escribe como por mofas,
Sus cuecas de doce estrofas
El popular cancionero.
Su moral i gran talento
Nadie lo puede negar,
Pero, en gramatizar
Le falta el entendimiento,
Mas creo que por intento
Escribe él sus cantares,
I yo en mis preliminares
Le digo al crítico, necio,
Si los da a ménos precio
Vende libros por millares.
Como es dueño de una imprenta
Hago esta propuesta sobre,
Aunque los espenda a cobre
Siempre a él le haria cuenta;
Si quiere gastar ostenta
Salga a recorrer lugares,
Por los círculos polares
Pase i se hará eminente,
I entónces dirá la jente
Bonito sus ejemplares,
El poeta es retumbante
I de grandes humoradas;
Pero siempre en sus tonadas
Escasea el consonante.
Desde hoi en adelante
Le contestaré lijero,
Sin que me blinde en acero
Les diré a mis lectores,
Esta es la ciencia señores
Del rimador marrullero.
Al fin, el ménos pensado
Saldrá desde el cementerio,
Un muerto escribiendo serio
I haciéndose mui letrado;
No los pille descuidado
El poético difunto,
Colegas, digo en mi asunto
Perdonándome el vocablo,
Aunque sea el mismo diablo
Yo le sigo contrapunto.
Nota: Quizás hace referencia a este libro: “El Cancionero Popular” de 1894.