Reclamo de la mujer
DE JOSÉ DOMINGO BRICEÑO
PIDIENDO SU LIBERTAD

  Al gran Consejo de Estado
Pregunto yo con razon.
Por qué le negó el perdon
A Briceño, el esforzado.

  La Mujer presentó escrito
Adonde el juez sumariante,
I él le contestó al instante
Señora, yo no le admito;
Que firme yo, no es bonito
Lo que ya está decretado,
Le dijo el señor Prado
Tranquilo i con mucha pausa;
Pregúntele por su causa
Al gran Consejo de Estado.
La mujer dijo, yo apelo

  A la Corte, i apeló,
Pero allí nada ganó
Dijo con calma i consuelo;
Doble fué su desconsuelo
Que sintió en el corazon,
Os diré en este renglon
Con la pluma anjelical:
Que no es la lei jeneral
Pregunto yo, con razon.

  Despues presentó al Consejo
En otro escrito la bella,
Sobre la misma querella
Sin mirar en ningún riesgo;
Donde quiera que me quejo
Dijo, no hallo proteccion,
I el señor don Jorje Montt
Sin que nadie me lo obliga,
Espero aquí que me diga
Por qué le negó el perdon.

  Dicen que lo sentenciaron
Por la muerte del guardian,
No lector minando van
Porque a él no le probaron;
Cuando preso lo tomaron
Lo encontraron desarmado,
Con otros acompañado
Esta es la pura verdad;
Le niegan su libertad
A Briceño el esforzado.

  Al fin, con moralidad
Voi diciendo en lo presente,
Que se muestre mas clemente
Nuestra leal autoridad;
Ténganle al hombre piedad
No son tantos sus delitos,
La conciencia pide a gritos
Que deje el suplicio cruel;
No lo hagan tanto por él
Hágánlo por sus hijitos.

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