Crimen en Talca
EL MARIDO QUE DURMIÓ CON LA
MUJER ONCE MESES DESPUES
DE MUERTA

  Talca, la ciudad del crimen,
Hoi dia es, según me creo,
No hai seguridad en la vida
Causa de tanto salteo.

  Hoi es Tránsito Inostrosa
Autor de otro asesinato,
Tambien este mentecato
Sufrirá muerte horrorosa.
Nuestra autoridad celosa
Harto fuerte los oprimen,
Pero así no se redimen
Los hombres, lector, infiero,
I es por tanto bandolero
Talca, la ciudad del crimen.

  A una jóven Leonor
Por sobrenombre Poquito,
Ultimó este maldito
Sin tener ningún temor.
Para saciar su furor
El pícaro con deseo
Desempeñó dicho empleo
Como cualquier libertino.
Llora su fatal destino
Hoi dia, según me creo.

  Once meses se asegura
Que con la muerta durmió,
Si es cierto lo que se habló
Eso es no tener cordura.
Hombre de conciencia impura
Es la persona aludida,
En el vicio corrompida
Era, digo con cinismo,
Por tanto bandolerismo
No hai seguridad en la vida.

  A la pieza el diablo leso
Entraba dia por dia,
Hasta que la policía
Hubo de tomarlo preso.
Hoi se le sigue el proceso
Según en los diarios veo,
Porque el crimen fué bien feo
Castigarlo será bueno,
I nadie vive sereno
Causa de tanto salteo.

  Al fin, despues que durmió
Meses con ella, el bellaco,
La echó adentro de un saco
I a un pajonal la botó.
Por unos niños se halló
El cuerpo de la Poquito,
I corrió el juez lijerito
Porque en todo es mui puntual,
I el indigno criminal
Pagando está su delito.

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