Fin del contrapunto
DE JUAN JOSÉ PALACIOS CON
ANTONINO RIVAS,
I MUERTE DE PALACIOS

  De nuevamente le sigo
Preguntando sin pensar:
Trinando bien la vihuela
Hago las cuerdas temblar
       Antonino
  El canto es una alegría
Que divierte al que es oyente;
Cuando se sabe bastante
Se hace el cantor eminente.
       Palacios
Por distintos revoltijos
Hoi le voi a preguntar,
Por si lo puedo encajar
En algunos escondrijos.
       Antonino
Tengo fama de pocta
Desde que Dios me dió vida,
I así es que en una guarida
Imposible es que me meta.
       Palacios
  Oiga usted, taita Antonino,
Le pregunto con mi voz,
De todos los animales
¿Cuál de ellos es mas veloz?
       Antonino
  Yo te contesto, Palacios,
Dándote a ver el por qué:
Hai uno según la historia,
Que es el huemul te diré.
       Palacios
  Oiga usted, taita Antonino,
Digame en lo que me fundo,
¿Por qué motivo el Eterno
En seis dias hizo al mundo?
       Antonino
  Palacios, yo te contesto
Como justo i natural:
Seis dias se demoró
Por enseñar al mortal.
       Palacios
  Digame, taita Antonino,
Con la señal de la cruz,
¿Por qué siendo tres personas
No dijo hagamos la luz?
       Antonino
  Palacios, me haces pensar,
I creo cierto i de fijo
De que con El no estarian
El Espíritu ni el Hijo.
       Palacios
  No es verdad, taita Antonino,
Antes que aquí moralice,
Las tres personas, se dice,
¿Son un solo Dios divino?
       Antonino
  Son tres personas distintas,
Como aquí ya oir sabrás,
Que en divinidad i poder
Es una sola no mas.
       Palacios
  Entónce el poder de Dios,
Hablando en conformidad,
Por su propia voluntad
Lo tienen los otros dos.
       Antonino
  Palacios, en la contesta
Te voi a dar yo a saber
Que en la mansion de los justos
Solo se encuentra un poder.
       Palacios
  ¿No hai quien mande, mas en-
                            [tónces
Que el Dios poderoso, eterno,
I sin moverse de allá
Sostiene todo el gobierno?
       Antonino
  Te doi a saber, Palacios,
Con la prontitud mas breve:
Sin el permiso de Él
Ninguna cosa se mueve.
       Palacios
  Oiga usted, taita Antonino,
Quiero que me dé a entender,
Al poderoso infinito
¿Quién le dejó ese poder?
       Antonino
  Te doi a saber, Palacios,
Sin ser yo un querubin:
Es un poder eternal.
Sin principio i sin fin.
       Palacios
  Cien pesos tengo yo en caja
I en vacas los voi a emplear:
Compradas a real i medio
¿Qué tantas vacas serán?
       Antonino
  Te doi a saber, Palacios,
En la contesta que ensarto:
Son quinientas treinta i tres
I un toro de a seis i cuarto.
       Palacios
  Digame, taita Antonino,
Si la lleva tan segura,
¿Tendrá el mar en lo mas hondo
Qué tantos metros de hondura?
       Antonino
  Palacios, yo te contesto
La verdad i sin mentir:
Tráeme el metro a mi vista
I lo vamos a medir.
       Palacios
  Le pregunto, ño Antonino,
I es menester que me pruebe:
¿Caerán cuántas goteras
En un dia cuando llueve?
       Antonino
  Me has dejado pensativo,
Pero te contesto ya
Anda i júntamelas todas,
Contándolas se sabrá.
       Palacios
  Digame, taita Antonino,
Si usted es hombre de talento,
¿Cuál ave nombró primero
A Cristo en su nacimiento?
       Antonino
  Aquí te contesto yo,
Sin que piense ni en la muerte:
Al gallo le cupo en suerte
El decir: ¡Cristo nació!
       Palacios
  Digame, taita Antonino,
Siendo de que no lo vieron
Cuando nació el Salvador,
Los Magos ¿cómo supieron?
       Antonino
  Te doi a saber, Palacios,
Sobre la leyenda aquella
Tuvieron conocimiento
Por anuncio de una estrella.
       Palacios
  Digame, taita Antonino,
Puesto que en cantar se alaba,
¿Cuántos dias se tardaron
Para llegar donde estaba?
       Antonino
  De la Seleusia a Belen,
No sé si a mí me engañaron,
Trece dias con sus noches
Anduvieron i llegaron.
       Palacios
  ¡Ampárame, Vírjen pura,
En mis angustias i llantos!
Cantando con este viejo,
Válganme todos los santos.
       Antonino
  De balde haces compromiso
Con San Francisco, a mi ver,
Cantando con este viejo,
Santos no te han de valer.
       Palacios
  ¡Oh, gran Poderoso Eterno,
Tu misericordia espero!
I librame, si aquí muero,
De las llamas del averno.
       Antonino
  Librarte, hombre, no podrás
Yo te lo doi a saber,
Porque tu reino ha de ser
El reino de Satanás.

(Muere Palacios, Sigue Antonino)

  Les advierto a los oyentes
Con mi memoria malita,
A este pobre que está muerto
Enciéndanle una velita.

  Miéntras yo sea Antonino
I viva sobre la tierra,
Dificulto que halla alguno
Que me venza en cruda guerra.

ROSA ARANEDA
CALLE DE ZAÑARTU, NÚMERO 9
ENTRE SAN PABLO I SAMA

Ver lira completa

image_pdfConvertir a PDFimage_printImprimir

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *