Verso a lo divino
LA DEGOLLACION DE LOS SANTOS INOCENTES
EN BELEN

  Gran número de inocentes,
Herodes hizo degollar,
Jamas pudo asesinar
Al Divino Omnipotente.

  Mandó Herodes el cruel
Hacer la degollacion;
Por no tener compasion
El castigo cayó en él.
Otro hecho como aquel,
No habrán visto los vivientes;
Hasta ahora estan patentes,
Digo aquí con reverencia,
Que hizo morir sin clemencia
Gran número de inocentes.

  Las madres desesperadas
Con aquel acto inhumano,
Maldecian al tirano
Casi todas enojadas;
Nunca fueron consoladas
En aquel santo lugar;
Horroriza de pensar,
La angustia de las mujeres,
I una multitud de séres,
Herodes hizo degollar.

  Fué horrible la matanza,
Nadie me dirá que nó;
La sangre que allí quedó
Al cielo pidió venganza.
Poco despues, sin tardanza,
Su crimen hubo de pagar;
Para su mayor pesar
Se convirtió en asesino;
Pero al Mártir divino
Jamas pudo asesinar.

  El ánjel anunciador
Con un semblante halagüeño,
Les avisó en el sueño
Que huyeran con el Señor;
I el Idumeo, invasor,
Sanguino i traidoramente
Propuso el plan delincuente,
En su adversaria suerte,
A perseguir i dar muerte,
Al Divino Omnipotente.

  Al fin el doble sentir,
La pena, la angustia, el llanto
Que se vió en el lugar santo,
No hai pluma con qué escribir.
I el Poderoso es decir,
Le mandó el castigo eterno:
El anciano i el moderno
Dicen con moralidad,
Que estará por su maldad
Ardiendo allá en el infierno.

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