HISTORIA DE LA MUJER
QUE SE VOLVIÓ CULEBRON POR TRAICIONAR
AL MARIDO

     Amor vendido

  Señores van a saber
si ponen mucha atencion,
la historia de una mujer
que se volvió culebron.

  Una jóven mui hermosa,
que andaba en los diezinueve,
con su albo color de nieve
i su carita de rosa,
sintió una pasion fogosa
por un jóven mercader,
el que al fin vino a caer
en las redes de su amor,
i del caso lo mejor
señores, van a saber

  Casó el jóven con la bella
en medio de gran contento,
de modo que el casamiento
alumbró feliz estrella;
pero no duró la huella
de tan grata situacion
sino lo que dura el son
del mas récio campanaso…
Señores, sabrán el caso
si ponen mucha atencion.

  Era la niña coqueta
i prendada de otro amante,
abandonó al comerciante
sin trámite ni etiqueta;
mucho el marido se inqueta
su desgracia al comprender;
por fin vino a resolver
acabar tan negra suerte,
i le ocasionó la muerte
la historia de una mujer.
  Al morir su labio airado
maldijo a la ingrata infiel;
i despues que murió él
con el otro se ha casado;
pero el Cielo ha castigado
el crimen sin compasion,
pues cuenta la narracion,
siendo este caso mui cierto, 
con la madicion del muerto, 
que se volvió culebron.

     El culebron

  El marido de la viuda
llega una noche a su pieza,
con un culebron tropieza
i de puro miedo suda;
prende una vela i sin duda
grande fué su confusion
Cuando ve sin dilacion
que aquel mónstruo es su mujer
al punto empezó a perder
la conciencia i la razon.

  Ella tenia un puñal
ensangrentado en la mano
i con un furor insano
salió por el albañal;
Huego se fué a un matorral
arrancando de la jente.
De cuando en cuando se siente,
en la noche mas oscura,
un queiido en la espesura
i un silbido de serpiente.

     La cueva

  En negra roca sombria
hai una cueva horadada,
toda de sangre manchada,
sangre de asquerosa orjía.
Huyendo la luz del dia
i en silencio el mas completo,
reposa allí un esqueleto
que, según la historia reza,
cuernos tiene en la cabeza
i en el pecho un amuleto.

  Aquel agujero abierto,
tan vecino al matorral,
es el tálamo nupcial
de la Serpiente i el muerto.
Mucho terror da por cierto
al viajador imprudente
cuando escucha de repente,
en noche triste i oscura,
un quejido en la espesura
un silbido de serpiente,

     El viajero

  Con audasia temeraria,
aunque con mirada incierta,
llegó un viajero a la puerta
de la cueva solitaria.
La tiniebla funeraría
su mirar rasgó indiscreto,
i en el recinto secreto
vió clara i distintamente
a la monstruosa Serpiente
enroscada al Esqueleto.

  Oyó que récio crujia
aquella armazon de huesos
cuando en fúnebres excesos
el Culebron la oprimía.
La calavera lamia
el monstruo, con vano empeño,
i el Esqueleto en su sueño
parece que remedaba
el afan que le brindaba
aquella que fué su dueño.

     El castigo

  En el misterio profundo
quedó el cuadro sumerjido,
i el viajero oyó un rujido
como eco de otro mundo.
Perturbado i furibundo
escucha airada sentencia….
En medio de su impotencia
siente garras que le oprimen,
como el vértigo de un crímen
que destroza su conciencia.

  ¡Oh, viajero desdichado!
Tú fuiste el vil seductor
que sumiste en el dolor
a aquel mercader honrado.
Tú lo hiciste desgraciado
seduciéndole a su esposa;
pues oye: la misteriosa
justicia de Dios te advierte
que hallarás aquí la muerte,
donde la muerte reposa.

  I el desgraciado cayó
sin levantarse jamas;
así el seductor audaz
su horrendo crimen pagó.
Todo en silencio quedó
i solo escucha la jente,
que pasa medrosamente,
en fria noche i oscura,
un quejido en la espesura
i un silbido de serpiente.

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