LA INCONSTANCIA
Y la Fidelidad

    Labra el agua sin ser dura,
Un mármol endurecido
Y yo que no haya podido
Ablandar vuestra hermosura!

    El viento, que velozmente
Por toda la tierra corre,
No es admirable que borre
La ciudad mas eminente;
Así el sol resplandeciente
Desde su elevada altura,
Enriquece y da dulzura
Aun al reino vejetal.
Y al mas duro pedernal
Labra al agua sin ser dura.

    La graciosa primavera
Viste los campos de flores;
De diferentes colores
Hermosea la pradera,
Mas una borrasca fiera
Le quita el ser que ha tenido,
Lo mas pomposo y lucido
Todo el tiempo lo destruye
Y con la edad se concluye
Un mármol endurecido.

    Toda la naturaleza
En tres reinos se divide,
Ninguno de ellos impide
Que te use de su riqueza,
Solo en tu amor la dureza
Parece que ha renacido,
Y hasta aquí no he comprendidos
Cómo, preciosa Raquel,
Has podido ser tan cruel,
Y que yo no haya podido.

    Dominado por el hombre
Cuanto en el orbe se encierra,
Las grandezas de la tierra
Por él han tenido nombre
Así, mi bien, no te asombre
Que el oro y la plata pura,
En valor, forma y figura
A otros metales exceden,
Y con ser así no pueden
Ablandar vuestra hermosura.

    Por último bella hermosa,
Si tú del hombre te estrañas,
A lo contrario te engañas.
Y no serás tan dichosa:
Mira la paz que reposa
En dos amantes unidos
A la vez de ser queridos
Con la mas pura adhesion,
Por tan reciproca union
Del cielo son bendecidos.

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