TERRIBLE MUERTE
De dos ancianos por los carros Eléc-
tricos.

  Los carros i los tranvias
Se gobiernan con las manos,
A dos en el mismo dia
Ultimaron un anciano.

  Iban a pié de tal suerte
Por la calle caminando,
I a los que van gobernando
Que miren se les advierte,
I aquellos sin ver la muerte
Ni tener menores guias,
De ochenta años con sus dias
Era los que presentaba,
La parca lo amenasaba
Los carros i los tranvias.

  Uno iba por otra calle
Cuando le pasó lo mismo
Gritó con su cataclismo
En tan penoso detalle;
Quien vá a pensar cuando se halle
En los brazos mas insanos
Que cuesta a los inhumanos
Contemplar momentos ratos
Todos esos aparatos
Se gobiernan con las manos.

  El primero murió al tiro
Las dos ruedas le pasaron,
Por el cuerpo i lo aplastaron
Al parecer dió un suspiro;
De los tales cierto admiro
Su familia que diria,
Cuando ya se llevaria
A uno i otro despues,
Esto no ha sido en un mes
A dos en el mismo dia.

  Saben que no les resulta
A los señores carreros,
Con ponerse otros sombreros
Son libres i sin la multa;
Dicha fábrica ella insulta
I ellos rien de profanos
Como hacen los chabacanos
En el último momento,
Parece de que de intento
Ultimaron dos ancianos.

  Mis lectores no es capaz
Que se oiga tal tirania,
Se dice dia por dia
Siempre, siempre sigue mas
Si esto LEl no lo contàs
Que diran otras naciones;
Que estas son desproporciones
Dando muerte a tanta jente,
Aquí se quejará el doliente
I en el pegüenche irrisiones.

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A mi adorado tormento

  Cuando a tu casa
Voi de visita
Siento mi almita,
Que me mareo.
Que todo es verme
Yo ante tus ojos
Caigo de hinojos
Cuanto los veo.
Porque ya he visto
Que me fascinan
Que me asesinan
Tus dos luceros.
Son tan preciosos,
Son tan bonitos
Tan dormiditos
Tan embusteros!
Preciosurita
Deslumbradora
Como la aurora
Que anuncia al dia,
No me estermines
Con la indolencia
De tu inclemencia,
Vidita mia!
Tú sabes cuánto
Jimo i suspiro,
Peno i deliro
Por merecerte;
Que, de adorarte
Constante i firme,
Podrá impedirme
Solo la muerte!
Ya ves, perlita,
dulce lindura
Que mi ventura
Pende de tí……
¿Te abro mis brazos
Por un ratito,
Corazoncito?
¡Ven, pues, a mí!

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Literatura

  Nace la yerba en el prado,
Entre la verba las flores
Con sus vistosos colores
I su aroma delicado.

  Nace la luna en creciente
Alu[m]brando allí en el cielo;
Vestida de un blanco velo
Se ve la mas reluciente;
Nace del monte el torrente
Desde lo mas encumbrado;
Cuando el sol ha calentado
Vaporiza todo el mundo
I en el otoño fecundo
Nace la yerba en el prado.

  Nace la brillante aurora
Con su luz resplandeciente,
Hacia al lado del Oriente
Risueña i encantadora;
La parca con voz sonora
En los jardines mejores,
Los mas ilustres señores
Disfrutan de aquel consuelo,
I armonizan con hanelo
Entre las yerbas las flores.

  Nace el sol en la alta esfera
Con sus rayos eminente,
Alumbrando permanente
Hasta dar la vuelta entera;
La graciosa primavera
Al coronar los verdores;
La tierra con mil vapores
A la planta fertiliza;
I el vejetal se divisa
De diferentes colores.

  Nace la preciosa estrella
Fija en el firmamento,
Al orbe le da el contento
Con su hermosura tan bella;
Dicho resplandor sin ella
No adorna el globo azulado
En el vasto despoblado
Con una armonia tanta;
Nace silvestre la planta
I su aromo delicado.

Desiderio Parra.—Poeta Pequen.

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Brinde de un guardian
EN TALCA

  Señores voi a brindar
He áquí pero no en prosa
Por la señorita osa
I por su feliz hogar
Hoi voi a manifestar
El placer que esperimento
Cuando llega a este aposento
El pobre guardian que habla
Por la señorita Pabla
Vebe i habla en el momento.

  Brindaré de nuevamente
Pero sin presentar fachas
Por las hermosas muchachas
I por los que estan presente
El decir es conveniente
Francamente con voz crasa
Ya la hora se me pasa
Hoi me voi de todos modos
Vebo a la salud de todos
I por la dueña de casa.

  Brindo por tercera vez
Por la señora Pablita
Simpática señorita
La flor de la casa es
Una copa de Jerez
Sirvanseme presto ami
Me complasco i digo asi
Aquí vá abrindar ambronsio
Por la dueña del negocio
Rosa del Pueblo de aquí.

  Repito con gran placer
Que si brindo sin reposo
Es por el placer que gozo
Cuando llego aquí a veber
Casa para remoler
No hai por cierto otra igual
Misia Pablita formal
Nunca nunca se la vé
Eso está probando qué
Que tiene un gusto especial.

  Al fin el plazo me alcansa
Brindando aqui digo fiel
Tengo que irme al cuartel
I ya la hora se avanza
Empero con gran holgansa
A la simpática faz
Mui sentado hechado atras
Dueña de casa tan bella
Voi a brindado por ella
Un guardian i nada mas.

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Cuecas

  Ingrata, cruel me robaste
Del pecho mi corazon
Sin dejarme en su remplazo
El tuyo por compacion.

  No te deseo el daño;
Pero algún dia
Pagarás con la misma
Tu alevosía,
Porque el que hiere
Con hierro a su adversario,
A hierro muere.
La ingratitud i el amor
Siempre se baten en duelo,
I en cada lucha al amor
La ingratitud le da suelo,
Por eso siempre he visto
Yo a los amantes
Jurarse de primeras
Su amor constante sí;
Pero en volviendo
Uno de ellos la cara…
¡Adios casero!
Las promesas de tu amor
Son como el canto del gallo.
Sonoros i repetidos;
Pero de ahí no pasamos.
Si de esas mil promesas
Que ayer me hacias
Cumplirás una sola,
Yo me moria;
Porque es bien cierto
Que no valen gran cosa
Tus juramentos.
¿Hasta cuándo hermoso cielo,
Prenda del alma adorada
Nos estaremos amando
Solo por tiernas miradas?
Pero de tí depende
No mas perlito
Que desde hoi nuestras glorias
Sea efectiva,
Sea efectiva, sí;
De eternos lazos,
I para que así sea,
¡Dame un abrazo!
Cierto! porque te adoro
Negrito, lloro!

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Chinchorrazo al Presidente

  Gloria mil veces a Chile
De una eterna memoria
Muera el cuyano ambicioso
I Chile viva én sus glorias.

  Chile, mi patria natal
A la parca no ate diado
Siempre cuando se ha tratado
De la honra nacional
La guerra cetentrional
Probó con hechos viriles
He hizo ver a los viles
El valor que el roto encierra
I por sus hechos de guerra
Glorias mil veces a Chile.

  Chile jamas retrocede
Un paso cuando peligra
Porque si se le denigra
Pagar con lo mismo puede
Correctamente procede
Prescindiendo de su historia
Deja a la reina Victoria
La solucion del conflicto
La cual será por su edicto
De una eterna memoria.

  Pero hoi el pueblo esclama
Indignado justamente
Porque entregó el Presidente
La gran Puna de Atacama
Cuyos terrenos reclama.
El pueblo chileno airoso
Un hecho tan vergonzoso
Deshonra a nuestro Gobierno
Para eterno para eterno
Muera el cuyano ambicioso.

  Salvó de Chile el honor
El sabio mas eminente
I del nuevo continente
El primer historiador
De crépito luchador
I de ciencia meritoria
Su intelijencia es notoria
Pero de mi patria digo
Muera siempre su enemigo
I Chile viva en sus glorias.

  Al fin el pueblo a la vez
Francamente dice a una
Si Chile perdió la Puna
Culpa del Gobierno es;
Tan estúpida idiotez
A Chile deja humillado
Del terreno mencionado
Debo debo analizar
Le vino a Chile a tocar
Nada mas que un centígrado.

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La mujer que mandó matar
a su marido

  Una traidora mujer
En Valparaiso ha sido
Permitió Válgame Dios
La muerte de su marido.

  Cansado estoi de narrar
Tantas muertes i salteos
Descansar son mis deseos
I no puedo descansar
Lector te voi a contar
Un hecho me has de creer
Precozmente aqui han de ver
Leyendo aqui con reposo
Lo que hizo con su esposo
Una traidora mujer.

  Sucede que un matrimonio
Mui contento lo pasaban
De la gran paz que gozaban
El bárrio dá testimonio
Pero un dia cnal demonio
La mujer se a convertido
Muerte su esposo atenido
Por su culpa Dios sensato
Este hecho que relato
En Valparaiso ha sido

  Tomó esta infiel un amante
Dejando su esposo fiel
Cometiendo a Dios con el
El hecho mas repunante
Su amante en un corto instante.
Cual bandido el mas feroz
Hizo aquel crimen atroz
Pero la mujer se abvierte
De su marido la muerte
Permitió Válgame Dios

  Guillermo era el mortal
Esposo fiel creo yo
Al cual Cornejo le dió
Muerte con su gran puñal
Aquella ecena fatal
A todos a conmovido
Pero es notorio i sabido
Que a la mujer indolente
Se debe esclusivamente
La muerte de su marido.

  Al fin voi aterminar
Este suceso espantoso
Tan triste i tan vergonzoso
Que tanto ha dado que hablar
Hoi el infame a de estar
En una dura prision
Ella tambien por razon
Sin valerle una disculpa
Purgará tambien su culpa
Por cierto en la correccion.

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Gran salteo en los Coligües
MUERTOS I HERIDOS

  Me tiembla el pulso orgulloso
Tétrico trémulo estoi
Mas cuando a referir voi
Algún crimen espantoso
Hoi dia al facineroso
Capturado es un misterio
Pero digo al pueblo sério
Si es que de oirme no falle
Dará el último detalle
El poeta Desiderio.

  En los coligües señores
Según los diarios que veo
Lleban a cabo un salteo
Un grémio de salteadores
Por suerte los moradores
Hicieron valor de imperio
Pero digo al pueblo esterio
Si es que de oirme no falle
Dará el último detalle
El poeta Desiderio.

  El conbate fué reñido
En esa pobre vivienda
Resultando en tal contienda
El dueño de casa herido
Dos tambien de los bandidos
Ván tambien al cementerio
Pero al pueblo digo i ferio
Si es que de oirme no falle
Dará el último detalle
El poeta Desiderio.

  Los bandidos se llevaron
Digo mui bien informado
De aquel hogar asaltado
Lo que mas a mano hallaron
Pero dos muertos quedaron
De aquel grémio vituperio
Pero digo al pueblo insério
Si es que de oirme no falle
Dará el último detalle
El poeta Desiderio

  Si en Santiago al fin señores
Se asesina i se saltea
Que raro es que en una aldea
Susedan cosas mayores
Esos fragmentos menores
Estan como en cautiverio
Pero al pueblo digo esperio
Si es que de oirme no falle
Dió el último detalle
El poeta Desiderio.

Imp. y Enc. Chilena.—Bandera, 43

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El juicio final

  El juicio final vendrá
Por mano de Jesucristo
Por las cinco partes del mundo
Con su poder sin segundo.

       I
  Bajará a juzgar al pecador
¡Oh! que terrible dolor
Que tendremos que pasar;
Un Anjel bajará del cielo
Tocando una gran trompeta
Su divina Majestad
I los buenos a la derecha
I los malos a la izquierda;
Padecerá todo el orbe
El juicio final vendrá.

       II

  Del cielo vendrá algún consuelo
Los buenos estan mui elevados
En cierta altura brillará
Con su hermosura habrá tomado
Los renglones de la sagrada es-
       [critura
Brillarán las criaturas con su her-
       [moso
Brillo se irán a la gloria
Bajará de la gloria el Verbo
Divino es rei de todo lo creado
Por mano de Jesucristo.

       III

  El primer dia veremos
Empañadas las estrellas
Truenos, rayos i centellas
Sobre nosotros tendremos
Los animales por la sierra
Jemirán i se esconderán
En las casas de los mortales.
Temblarán peñas i rios
Las campanas del olvido
Solas se tocarán i brillantes so-
       [narán
Por mano del Altísimo
A los malos castigarán
En el valle de Josafat
Allá nos reuniremos todos
A los buenos que guardaron
Sus santos mandamientos
Con su divina providencia
A los buenos la gloria les dará
Con su poder sin segundo.

  Al fin concluirá
Con todo el mundo entero
Los buenos serán premiados
Mui veloz delante de Dios
Con justos i pecadores
Reunidos estaremos todos
Oh cristianos que pecais
Obedece al confesor
Entónces serán premiados
En los tribunales de Dios.

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La cueca

  Que contiene aquella calle
Que parece que ha llovido
Son lágrimas de un amante
Que me ha echado en olvido.

  Solo con la muerte
Te olvidaria, te dije,
Dejaré de quererte
Yo te vi apasionado.

  Yo te vi apasionado sí
Ai una bella
El cariño que hai en ella
Mil abrazos te diera.
  Mil abrazos te diera

Negrito de oro
Yo te diera mi corazon
Ciego de una pasion.

  Me habeis echado en olvido
En la tumba de un reposo
Me verán sepultado
Sepultado sí con agrado.
  Mi pecho se enternece
Ai sí que te estoi
Queriendo dueña
Amante de mi vida.
  Recibe si erais constante
Memorias de un fino amante
Que nunca te olvidaria
Linda i bella palomita.

DESIDERIO PARRA
Poeta del Sur

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