Un asesino de tres años1

  Es de contar i no creer
De una manera formal,
El crímen descomunal
Que acaba de suceder.

  Pues, señor, en Panamá2
En un dia señalado.
Se fué temprano al mercado
Castañeda Trinidad;
Por mayor seguridad
A un hijo apénas de un mes,
Con su hermanito José
Los colocó en una cuna;
Esta trajedia importuna
Es de contar i no creer.

  Dos años José tenia
O un poco mas solamente;
Su padre se hallaba ausente
Desde el comienzo del dia,
Pero en la casa vivia
El niñito Leon fatal,
Que con instinto infernal
Armado de un grueso palo,
Probó hasta donde era malo
De una manera formal.

  Al niño de un mes apena
Lo lastimó en la cabeza
Y la boca con presteza
En seguida le barrena.
Al verla de sangre llena,
El pequeño criminal
Abandonaba el lugar
De aquella exena sangrienta.
Es así como se cuenta
El crimen descomunal.

  El niño José se hallaba
Bajo una mesa metido,
Con rostro tan aflijido
Que su inocencia mostraba.
La madre en esto dentraba
Y tanta desgracia al ver,
Ha llegado a comprender
Que los dos chicos pelearon
Y luego el drama formaron
Que acaba de suceder.

  La pequeña criatura
El veinticinco murió
Y a León se le arrestó
Con su madre sin ventura.
Pero esta chica figura
Ha despertado interes,
Porque ha contestado al juez
Sobre el malvado incidente,
Con cierto3 tono insolente:
«¡Yo he sido quien lo maté!»

       PANCHO ROMERO.

Notas: El verso presenta correcciones manuscritas en el segundo documento
1 Un niño de tres años que mató a otro niñito
2 la ciudad
3 diciendo en

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