LA VICTORIA

  La dictatorial pandilla
si en Concon no tuvo suerte
la mas desastrosa muerte
vino a hallar en la Placilla;
alli dobló la rodilla
el mandon liberticida
i pagaron con su vida
Alcérreca cou Barbosa
i allí la patria dichosa
pudo alzarse redimida.

  Bien larga fué la agonía
en que pasó el dictador
e inescrupuloso autor
de la infame tiranía;
desplegó tanta porfía
en salvar la situacion
que fué al lugar de la accion,
i al ver sus pobres despojos
se le arrasaron los ojos
i le tembló el melenon.

  A pesar de la penuria
de una semana cabal
el Ejército legal
atacó con mucha furia;
i a pesar de su incuria
i falta de diciplina,
siempre adelante camina,
siempre ventaja sacando
siempre espanto sembrando
i siempre sembrando ruina.

  El ala izquierda se estrecha
del ejército patriota
i puso al fin en derrota
del contrario la derecha;
luego un escuadron repecha
con la destreza de nu gato,
una loma en corto rato,
matando a corte de sable
a aquel ambo miserable
de Alcérreca i el Mulato.

  Con ese ataque, de cierto
el EJÉRCITO TREMENDO
mas que lijero fué huyendo
en dirección para el Puerto;
el campo quedó decierto
i salvada la Nacion,
abierta toda prision
i castigado el delito
i se oyó el tremendo grito:
¡ viva la revolucion!

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