En el gran pais del oro
Viendo en peligro su fin,
Supo hacerse respetar
El valeroso Joaquin
Por ver el descubrimiento
Murieta marchó de aquí,
Y cuando ya llegó allí
Cambió de genio al momento;
La causa fué un mal intento
Que se pusiese tan moro,
Dijo perdí á la que adoro
Que era todo mi recreo,
Hoy robo, mato y salteo
En el gran pais del oro.
Entró á la vida altanera
En aquella estraña tierra,
Dijo le haré cruda guerra
A esta nacion entera;
Se transformó de hombre en fiera
Como el perverso Cain,
Con los yankees tomó esplin
Por lo que hicieron con él,
Se hizo el bandido más cruel
Viendo en peligro su fin.
Recorría las montañas.
Con sus hombres cocorocos,
Cien versos serían pocos
Para contar sus hazañas,
Asaltaba las cabañas
Ufano, y sin ponderar
Hizo los pueblos temblar
Como un caudillo invasor
Y á costa de su valor
Supo hacerse respetar.
Honrado y humildemente
Trabajaba el pobre Juaco,
Después se puso bellaco
Y principió á matar gente.
Fué alevoso y delincuente
Y astuto como Pinpin,
Con agudo retintín
En los desiertos pasaba
Y vida no respetaba
El valeroso Joaquin
Al fin, dijo, á estos canallas
A su valiente partida:
Mientras estemos con vida
Daremos crudas batallas,
Cuando ya digan ma[l]hayas
Malhayas estarán lejos,
Sea jóven, sea viejo,
Aunque les parezca mal,
A todos en general
Darles muerte por parejo.
