Célebre contrapunto entre
un militar con la querida,
al separarse de ella para
irse á enganchar.

       (EL SOLDADO)

  La humilde paloma mia
Quedó llorando por mí.
Cuando ya entre de soldado
Le dije adiós y me fuí.

  Estando de centinela
En el cuartel con contento,
Se me vino al pensamiento
De escribirte, Manuela
Tomé muy presto una esquela
Que en mi mochila tenía.
Y pronto ese mismo día
La triste carta, á mi ver,
Ya tenía en su poder
La humilde paloma mía.

  Me preguntó mi primero
A quién le vas á escribir,
Le contesté sin mentir
A la prenda que más quiero,
Porque por ella me muero
Desde que la conocí.
A amar con ella aprendí
Es lo que le digo á usté,
Y cuando me separé
Le dije adiós y me fuí.

  Por dos años es la contrata
Que hice con mi coro nel,
Si no asistes al cuarte[l]
Tu menosprecio me mata;
La vez que te falte plata
Anda donde te he citado,
Ya dos pagos se han pasado
Sin tu dicha merecer,
Jurastes venirme á ver
Cuando entré de soldado.

  Si borras ninfa querida
Mi cariño que es tan tierno,
No son penas [d]el infierno
Que duran toda la vida
Algún dia mi salida
Tendrá que ser de aquí,
Lo cuento con frenesí
A todos con mucho susto.
Cuando estaba más á gusto
Le dije adiós y me fuí.

  Al fin, Manuela, tu mano
Que me la deis la prefiero,
Y otras cosas de tí quiero
Como buen republicano,
Cuando salga de paisano
Donde tí iré contento,
No perderé ni un momento
Marcharme con alegría,
A recordarte alma mía
Que cumplas el juramento.

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