Las ventanas del amor
Son delicadas vidrieras,
Con el polvo de los celos
Si no se eclipsan se quiebran.
Cuidando están las finezas
A las finas voluntades,
Para que las torpedades
No entren hacer torpezas;
Porque cruzan las guapezas
Con el susto asustador,
Dándole guerra al error
Que se les quiere entrar,
Con intención de quebrar,
Las ventanas del amor.
Muchas veces la avaricia
Se apoya en el avariento,
Es porque quiere de intento
Acabar con la caricia;
Intervino la noticia
Con las frases verdaderas,
Las lisonjas, lisonjeras
Les han dicho a los enojos,
Las niñas de vuestros ojos
Son delicadas vidrieras.
Los deseos no han podido
Obtener lo que han deseado,
I la aflixión se ha agregado,
Adonde está el aflijido;
El mal intento ha querido
Conquistar a los desvelos,
I unirlos con los recelos
Es capaz en un instate,
De cegar al mas amante
Con el polvo de los celos.
Porfiando está la amistad
De contínuo a la porfía,
Para ver si la alegría
Si con ella alegre está;
Declara la novedad
Que al contrario le celebran,
Los regocijos alegran
A los gustos como leales,
Como los simples cristales
Si no se eclipsan se quiebran.
Al fin, se ven los amores
Luciéndose con el que ama,
Pero el rigor los difama
Cuando se unen los rigores;
Llegando los sinsabores
Con el mal modo adelante,
La constancia en el constante
Como emblema se encadena,
Si no hai amante no hai pena,
Si no hai pena no hai amante.
