En presencia de la Primavera
AL FIN, RESPIRAMOS

  Aguardando nos hallamos
Con satisfaccion entera
La risueña Primavera
A quien todos veneramos.

  Nuestras plantas vejetales
Empiezan primeramente
A cubrir precisamente
Sus desnudeces carnales,
Con sus follajes iguales
Se cubren, según notamos,
Al verlas nos preparamos
Para decir con placer
Algo bello al parecer
Aguardando nos hallamos.

  Setiembre, pues, aparece
Con sus hermosas mañanas,
Donde a las aves lozanas
Trinando le samanece;
Mas el cielo nos ofrece
Radiante su luz primera;
La atmósfera lisonjera
Nos brinda su suave briza,
Perfumando la hortaliza
Con satisfacción entera.

  Los montes, valles i prados,
Los bosques i los jardines,
De mui vistosos clarines
Se ven todos alfombrados;
Nuestros campos perfumados
Están hasta la pradera;
Allí se ve la palmera;
Levantarse suavemente
A fin que bañe su fuente
La risueña Primera.

  Alegres los ruiseñores.
Con las aves matutinas
Atraviezan las colinas
Picando las bellas flores;
Los pajarillos cantores,
Según siempre presenciamos,
Alabando los notamos
Llenos de dulce espansion
Al rei de esta creacion
A quien todos veneramos.

  En fin la naturaleza
Rie i canta con fulgor
Alabando al Creador
Por su poder i grandeza
Vestida de gran belleza
Se ve pues la tierra entera
I la misma cordillera
Con su nevada preciosa
Saluda mui cariñosa
A la bella Primavera.

Se prohibe la reimpresion de estas poesias JUAN B. PERALTA

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Gran Recepcion
AL POETA MENESES EN SANTIAGO

  ¡Salud i fraternidad!
Al poeta mencionado
Saludamos con agrado
Al que es una dignidad.

  Por no echar mui al olvido
A nuestro pueblo el señor
Hizo venirle al cantor
Mas popular i querido,
El pueblo lo ha comprendido
Que regresa a la ciudad
El que es una majestad
En materia de la ciencia
I le dice con conciencia
¡Salud i fraternidad!

  Sus amigos le formaron
Una banda de jumentos
Cuyos músicos contentos
A Meneses esperaron,
Apenas le divisaron
Al primaveral nombrado
Cantan al recien llegado
I cuando ya concluian
¡Hosanna! todos decian
Al poeta mencionado.

  Por las orillas del rio
Se marchó la comitiva
Gritando: ¡Daniel, que viva!
Con todo su poderío
Daniel decia: ¡Dios mio!
¿Por qué soi tan aclamado?
Un burro mas exaltado
Repite con cierto honor,
Solo pues a este cantor
Saludamos con agrado.

  Hasta el Mercado llegó
La comitiva nombrada,
Donde mas regocijada
Al gran poeta aclamó
Otro himno ahí cantó
Marchándose a la verdad,
Daniel probando amistad
Ya atras de los que le aman
I los asnos mas aclaman
Al que es una dignidad.

  Sus amigos, finalmente
A Meneses invitaron
Al festin que prepararon
En aras del eminente.
La fiesta precisamente,
Es un banquete carcocho
Que en los dias del Dieziocho
A Daniel se le va a dar,
I el festin tendrá lugar
En la caja del Mapocho.

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Horrendo Crímen
UNA MUCHACHA DE 15 AÑOS
INTENTA ENVENENAR
A su madre i a dos hermanos

  Una muchacha malvada
Llamada Luisa Idauzon
Envenena sin razon
A su madre idolatrada;
Por otra fué aconsejada
A cometer esta escena
La pobre niña serena
Sin comprender lo que hacia
En el alimento un dia
A su familla envenena.

  Vidrio molido le echó
Luisa un dia a la comida
I a su familia querida
Con esto la envenenó;
Cuando la madre notó
El caso que le ocurria,
Dió parte a la policía,
I esta a la niña aprehendió
La cual todo declaró
Con la mayor sangre fría.

  La miserable mujer
Que a la niña aconsejaba
Tambien, pues, se le apresaba
Prontamente al parecer.
El juez las hará entender
Catigándolas despacio
Hoi yo por falta de espacio
No seguiré en este drama
Cometido en la Lizama
En la calle San Ignacio.

  Ahora les voi a hablar
A mis lectores amados,
Sobre quince sentenciados
Que hai a muerte sin faltar
Nadie pues ha de olvidar
La terrible fechoría
Que en la Penitenciaría
Ocurrió el año pasado
Cuyo hecho desgraciado
Fué una gran carnicería.

  Los principales autores
De aquel hecho criminal,
A la pena capital,
Son sentenciados, señores,
Bien pronto los malhechores
Con su sangre lavarán
Sus delitos, ya verán
En los bancos desgraciados
Muriendo al fin fusilados
Sus delitos pagarán.

  Por fin el pais entero
Ya no quiere presenciar
Ese crímen singular
Del cadalso horrible i fiero
Venga el indulto primero
I no el banco desgraciado;
Sé que el trabajo forzado
Da mas frutos al pais
I es mejor que el infeliz
Trabaje aunque esté encerrado.

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REMINISCENCIAS
RECUERDOS
DEL
29 de Agosto de 1891.

  Todavia está en mi mente
Ese recuerdo infernal
Del saqueo escandaloso
Hecho en esta capital.

  Al grito de ¡Viva Canto!
Las turbas de saqueadores
O sea de salteadores
Asaltaban con espanto;
En todos partes el llanto
Se escuchaba tristemente
Mientras la horda inconsciente
Mata i roba con despecho,
I el recuerdo de este hecho
Todavia esta en mi mente.

  ¡Guerra a los dictatoriales!
Los tres Carlos les gritaban,
I las turbas se lanzaban
Como feroces chacales,
Mil casas los criminales,
De una manera brutal,
Asaltan sin tener mal,
Robando i asesinando,
I triste estoi relatando
Ese recuerdo infernal.

  Cuando en Placilla morian
Padres, parientes i hermanos,
En Santiago los tiranos
Robando se divertian,
Las campanas esparcian
El placer i el alborozo,
Nuestro clero virtuoso
Con un gusto que le honraba
En sus templos celebraba
El saqueo escandaloso.

  Cien mil familias lloraban
Los sucesos de Placilla;
I cien mil ¡a la Bastilla!!
Alborozados gritaban;
Mil tedeums se entonaban
Por el circo clerical,
Toda la capa social
Himnos de gloria cantó
Asi el crímen se efectuó
Hecho en esta capital.

  Con repiques de campanas
Consuelan a los heridos,
I el dolor de los caidos
En luchas tan inhumanas;
Todas las hordas tiranas
De cobardes i de ruines
Fueron hasta los confines
Matando desesperados.
Porque van capitaneados
Por Concha i Walker Martinez.

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El intento Criminal
DE LUISA IDAUZON
IMPORTANTES DETALLES
Declaracion de la culpable
Revelaciones de la víctima

  Una estensa relacion
Sobre el tremendo atentado,
El Chileno ha comenzado
A hacer en esta ocasion.
Dice que Luisa Idauson
Intentó quitar la vida
A su madre tan querida
Porque Maria Marchant
La intrigaba con afan
A hacer la gran picardía

  La tal Sofía Lizama
Cuenta que su buen esposo
Cometió un crímen monstruoso
Con Luisa, a quien tanto ama;
Ella al notarlo reclama
El castigo del malvado
En efecto fué apresado;
I por su gran fechoría
A diez años mas un dia
La Corte lo ha condenado

  Agrega en su relacion
La tal señora Sofía
Que su asesina María
Hablaba con la Idauzon;
La Marchant, sin corazon
Llevó a la hjia infernal
Cierto dia un gran puñal
Para que mate a la madre
I pueda salvar al padre
De su prisión tan fatal.

  La Lizama sorprendió
A su hija en ese intento:
I el cuchillo en el momento
Luisa en la pieza ocultó.
Esa noche la tanteó;
A las dos de la mañana,
Vió que la hija inhumana
Con el puñal en la mano
Iba al crímen inhumano
Para ultimar a la anciana.

  Apenas vió la señora
La intencion de la malvada,
Se levantó apresurada
I castigó a la traidora;
Sus cómplices a esa hora,
Dice que tambien llegaron
I cuando ya se informaron
Que Luisa fué sorprendida
Sin decirle a la homicida
Velozmente su fugaron.

  Como Luisa no acertó
Nada en el tremendo plan,
Su intigadora Marchant
Otro medio ideó;
Con ese objeto le dió
Los polvos a la malvada
Para que esta desgraciada
Con aquel vidrio molido,
Dejara sin meter ruido
Su familia envenenada.

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LA GUERRA RUSO-JAPONESA
LA TOMA DE PUERTO ARTURO
DERROTA DE KUROPATKINE
IMP RTANTES NOTICIAS

  Bastante preocupados
Nos tiene precisamente
La Gran Guerra del Oriente
Que cuesta tantos soldados,
Luchando desesperados
Se encuentran en Puerto Arturo,
Los Rusos, es mui seguro
Que derrotados serán
I el puerto abandonarán
Siempre que estén en apuro,

  Oyama con gran violencia
Con sus fuerzas japonesas
Ataca las fortalezas
Del puerto con persistencia
Mil bombas en consecuencia
Sobre el pueblo hace llover
Los rusos, ya sin poder
Resistir al gran combate
Se retiran sin debate
Porque Oyama va a vencer.

  Hacia el Puerto mencionado
Kuropatkine se viene;
Mas, Kuroki lo detiene,
I su camino ha cortado;
Kuropatkine ha intentado
Seguir como buen patriota,
Mas el japones lo azota
I ántes que el ruso lo observe
De la lucha se devuelve
En vergonzosa derrota.

  Los japoneses i rusos
Están en estos momentos
Combatiendo tan violentos
Que cometen mil abusos;
Ambos rivales confusos
Luchan tan desesperados
Que parecen empeñados
En poner fin a la guerra
Por el mar i por la tierra
Si no se firman tratados.

  En estos mismos instantes
Un aguacero infernal,
Llueve en esa capital
De bombas horripilantes,
Militares i habitantes
Soportan esos horrores
Defendiendo, mis lectores,
Pa plaza con heroismo
Lero sigue el cataclismo
Por los crueles sitiadores.

  Todo el pueblo se halla ardiendo
I mas dediez mil heridos
En el campo están tendidos,
La sangre sigue coriendo;
Mas el ataque tremendo
No tiene cuando cesar,
Oyama sin deebanzar
Sigue tostando nas duro
Hasta que el gran Puerto Arturo
Se rinda al poder del mar,

Dirección: Bandera 827.—Pieza número 6

Nota: La Batalla de Port Arthur. 2​ del 8 al 9 de febrero de 1904 marcó el comienzo de la Guerra ruso-japonesa (1904-1905). Comenzó con un ataque nocturno sorpresa de un escuadrón de destructores Japoneses contra la flota neutral Rusa anclada en Port Arthur, Manchuria, y continuó con una batalla a la mañana siguiente; La escaramuza en Port Arthur continuaría hasta mayo de 1904. El ataque terminó sin resultados concluyentes, aunque la guerra acabó en una decisiva victoria japonesa.

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EL TRIUNFO
DE MARDOQUEO
Versos biblicos. L[ibro de Es]ter

De un modo estraordinario
Mardoquedo fué paseado
por los consejos de Aman
su enemigo encarnizado.

  Cierta noche, el rei Ascuero
queriéndose distraer
la Historia manda leer
de su pueblo verdadero.
En ella encuentra primero
un suceso lejendario
Mardoqueo hombre ordinario
salva de asalto el lugar
i el rei le quiere premiar
de un modo estraordinario.

  Assuero manda llamar
a Aman, a quien le decia
de cómo él honraria
a uno que quiere honrar.
Aman dijo sin faltar,
ese hombre será llevado
con vuestro vestido honrado
por toda esta gran nacion
i por esa indignacion
Mardoqueo fue paseado.

  Fuera de la vestidura
agregó dicha persona,
llevará vuestra corona
i en vuestra cabagaldura.
Anda i trae con cordura,
dijo el rei con ademan,
a Mardoqueo, i se van
a hacer con él el paseo
i así gozó Mardoqueo
por los consejos de Aman.

  Aman casi sin sentido
la orden salió a cumplir
i él mismo tuvo que ir
paseando al pobre judío.
Despues que hubo cumplido
lo que Assuero le ha ordenado
a su casa, apensionado,
el ministro se separa,
desde donde se declara
su enemigo encarnizado

  De ceniza, finalmente,
el buen Aman se cubrió
i sus casas enlutó
el pobre penosamente.
Desde entónces abiertamente
la guerra le declaró
al judio i empezó
desde aquel momento el fuego
i espero narrarles luego
lo que al pobre le pasó.

Imp. «Esperanza» Aldunate 849

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LA RECOMPENSA
DE LOS VETERANOS DEL 79
Oposiciones de don Pedro Montt
a la realizacion de esta justicia

  Con mui justa indignacion
vamos, pues, a protestar
de la forma singular
que ha observado el señor Montt.
El Congreso i la Nacion
dar una prueba han querido
que no ama en ningun sentido
a aquellos que con su vida
a nuestra patria querida
en el norte han defendido

  Muchos de esos veteranos,
decia el tizon banquero,
no necesitan dinero
porque se hallan buenos i sanos,
I los señores Fulanos
que saquean al Estado
i casi siempre han dejado
la Nacion en bancarrota
tendrán derecho a otra cuota
que el pais no les ha dado.

  Los veteranos regaron
con sangre el campo de accion
i en aras de la Nacion
mil sacrificios pasaron.
Por agua, orines tomaron
i del hambre que tenian
hasta los cueros comian
de zapatos i morrales
i ahora estos infernales
ignoran lo que sufrian.

  Qué iban a defender
los pobres en esa guerra;
ellos no tenian tierra
que poder favorecer.
Por patriotismo han de ver
que hácia el norte caminaron
i con su sangre regaron
los campos con mucho gusto
i pagarle ahora es justo
lo que se saficricaron.

  Por fin, nuestros veteranos
al cobrar cobran lo suyo
i pagar es un orguilo
su deuda a nuestros hermanos.
Los verdugos inhumanos
del pueblo, esa raza fina,
no quieran darle la ruina
a los pobres que perecen
porque los crueles merecen
ir solo a la guillotina.

Es propiedad, Se prohibe la
reimpresion de estas poesías.
       JUAN B. PERALTA.
       San Diego 767

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EL FIN DE LA BATALLA
PRISION DE SAN BRUNO
Fuga de Marcó.—Fin del Go-
bierno monárquico

  En una hora el valiente
puso ya fin a aquel dia
al gobierno i monarquía
que en Chile habia realmente.

  Maroto con resistencia
en la lucha se empeñó
i a O’Higgins resistió
con valor en evidencia.
Redoblando su violencia.
O’Higgins, precisamente,
a deguello, ciertamente,
hizo tocar con su espada,
dando fin a la jornada
en una hora el valiente.

  Maroto intenta rehacer
su ejército aniquilado,
cuando nota que ha llegado
con su division Solier.
Necochea, al parecer,
con su gran caballería
de San Martin que traia
les hizo un circo de sol
i así al Gobierno español
puso ya fin aquel dia.

  San Bruno, desesperado,
quiso algunos reunir
deseando mas combatir
pero aquí fué capturado.
Marcó con gran desagrado
de la derrota salia
i al Perú con cobardía
se fué con un gran desfile
sucumbiendo, al fin en Chile,
el Gobierno i monarquía.

  Terminado todo al fin,
marcharon los victoriosos
o sean esos gloriosos
al mando de San Martin.
Santiago como un jardin
recibió espléndidamente
a la hueste, ciertamente,
que con pujanza i valor
supo hundir al opresor
que habia en Chile, realmente.

  Por fin esta relacion
que les ha hecho, lectores,
es de los libertadores
de nuestra amada nacion.
La batalla en relacion
dejó a la España temblando;
Chile se quedó cantando
su gloria imperecedera
i alzando su gran bandera
libre se quedó reinando.

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PROEZAS DE O’HIGGINS
EN LA CUESTA DE CHACABUCO

  Siguiendo la narracion,
aquel jefe, hombre de acero,
en la cuesta mencionada
sacudió el yugo estranjero.

  El once, del mes citado
aprovechando, en verdad,
O’Higgins la oscuridad
marchó con valor y agrado.
Solier, su amigo i aliado,
con otra gran division
tomando otra direccion
se marchó a sus enemigos.
Y estos datos doi amigo,
siguiendo la narracion.

  O’Higgins, rápidamente,
tanto su marcha siguió
que al poco rato se halló
con los godos frente a frente.
El, con su espada imponente,
como el lobo carnicero
con valor mas que sincero
sin mirar los atacó,
i pronto los derrotó
aquel jefe, hombre de acero.

  Maroto al ver derrotados
a los suyos, es mui claro,
rápido corrió en su amparo
con sus secuaces malvados.
O’Higgins, con sus soldados,
por una orden mandada
no esperó aquella avanzada
pero luego aquel patriota
puso a Maroto en derrota.
en la cuesta mencionada.

  El doce por la mañana
viendo O’Higgins que Solier
no llegaba, al parecer,
gritó con voz inhumana:
¡A la Patria soberana
hai que salvar por primero,
a la lid, pues, compañero!
dijo de un modo terrible
i así el soldado invencible
sacudió el yugo estranjero.

  I al grito de libertad
que el buen OHiggins lanzó
Gramer su espada sacó
i le siguió a la verdad.
Ambos con tenacidad
a los suyos presidieron
i en la lucha se metieron
con tan horrible alboroto
que a las fuerzas de Maroto
en un rato dividieron.

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