El enredo de la Puna
LAS INTRIGAS ADMINISTRATIVAS

  Pobre Chile desgraciado
Cualesquiera lo hace leso,
A pesar del gran progreso
Que en diplomacia ha alcan-
                                      [zado.

  Quien creyera que un valien-
                                           [te
Pais como es el chileno,
Aceptase tan sereno
Lo que hace el Presidente;
El desmembra ciertamente
Su territorio sagrado,
Sin ser aun amonestado
Por ese pueblo de acero.
I así dice el estranjero:
¡Pobre Chile desgraciado!

  Ya ven, pues, como la Puna
A la Arjentina ha entregado
Nuestro pais desgraciado
Sin recompensa ninguna;
El pobre pueblo a la luna
Se queda sin saber eso,
Porque su astuto Congreso
Todo lo hace con sijilo,
I el pueblo estando tranquilo
Cualesquiera lo hace leso.

  Despues de aquella torpeza
El Gobierno se da tregua,
Para marcharse a Panquehua
Donde comienza su empresa;
Despues de una sobremesa
En aquel punto el Congreso,
Tuvo el protocolo espreso
En que la Puna se daba,
Su Excelencia lo firmaba
A pesar del gran progreso.

  Chile con indiferencia
Recibia la noticia,
Sin calcular la injusticia
Que cometió Su Excelencia;
En Panquehua en conferencia
El Gobierno del Estado,
Con sus Ministros al lado
La Puna dió al arjentino,
A pesar del gran camino
Que en diplomacia ha alcanza-
                                         [do.
Por fin el gran aparato
Que ya el Gobierno ha formado,
Es para dar sin cuidado
La Puna al nuevo Pilato;
Falta que ahora en un plato
Se lave mui bien la mano,
Con que le firmó al cuyano
Ese pacto indecoroso,
Donde entregó con reposo,
Todo el gran suelo araucano.

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