LA MUERTE
de la calle de San Pablo.

  El domingo sucedió
un hecho mui desgraciado
que todos los que lo vieron
quedaron mui consternados.

  Un policial conducia
preso a uu pobre ciudadano
y con golpes i empellones
lo maltrataba inhumano.

  El preso de la dureza
con que el paco lo trataba
con palabras suplicantes
sin cesar se lamentaba.

  Pero él no oia sus ruegos
ni tenia compasion.
del pobre que le rogaba
con vergüenza i afliccion.

  I tanto al fin lo ultrajó
que en un infeliz momento
de un empellón a la linea
echó al desgraciado preso,

  El carro en esos instantes
por allí veloz pasó
y pasando sobre el preso
muerto al punto lo dejó.

  El policial como siempre
se quedó como en su casa
porque saben de que nunca
nada en el cuartel les pasa.

  Sucede que se cometen
injusticias con crueldad
porque nadie sino el paco
dice siempre la verdad.

  Llevado fué el pobre preso
al hospital con razon
y de allí fué trasladado
al otro dia al panteon.

  Interrogaron al paco
y él mui fresco respondió
por una casualidad
a la línea se cayó.

  Los jueces en estos dias
tan torpes i crueles son,
que al pueblo nunca le hallan
ni una sola vez razon.

  Nadie responde en la vida
de esta muerte tan atroz,
no teniendo reclamante
todo queda en paz con Dios.

  Señores: este es un crímen
que debe ser castigado
para que no se sucedan
estos hechos desgraciados

  Porque si no se acostumbran
a estas infames jugadas
y seguirán cometiendo
otras miles bribonadas.

  Pidamos que no se deje
sin un castigo esta accion.
para que haya por el pobre
un poco de compasion.

       Juan Moreira

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