GALANTERIA DE UNA VIEJA

  Una pobre limosnera,
De un jóven se enamoró
Doscientos pesos le dió,
Solo porque la quisiera.

  Dentro de la pieza estaba
Esta anciana un cierto dia
I suspirando decia:
Cuando jóven me encontraba
Todo el mundo me estimaba
I no encuentro quien me quiera,
Hasta mi plata le diera
Si yo un mocito encontrase,
I así en llantos se deshace
Una pobre limosnera.

  Un jóven que estaba oyendo
Lo que hablaba su vecina,
Fué i la esperó en una esquina
Cuando ella iba saliendo.
Al pasar le dijo riendo,
El jóven cuando la vió:
Hai Juanita, que haré yo,
Solo en el mundo i soltero!
I por este dicho infiero
De un jóven se enamoró.

  Si yo fuese jovencita,
Contestó luego la anciana,
En esta misma mañana
Seria su adoradita.
¿Cómo está misiá Juanita?
El jóven le replicó,
Siempre la idolatro yo
Sin olvidarla un momento;
I ella por creerle el cuento
Doscientos pesos le dió.

  Si es así dijo la vieja,
Sin rubor i con cinismo
Puede usted si quiere hoi mismo
Conmigo hacer la pareja.
El jóven se le perpleja
I con voz no mui entera
El le dijo de manera
Que su esposo seré yo?
I su plata ella le dió
Solo porque la quisiera.

  Esa noche, finalmente,
El jóven con su querida
Se fué a una sastrería
De donde salió decente.
Mas tarde, precisamente,
A su casa le llevó,
La anciana, donde entregó,
Cuanto cobre allí tenia;
I él en cuanto aclaró el dia
Solo a Coquimbo marchó.

Es propiedad del autor.—Se prohibe la reimpresion de estas poesias

       Juan B. Peralta
       Gálvez 824

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