EL CRÍMEN
de la calle de Rancagua.

     El soldado Valenzuela
  Dió muerte de una estocada
  Al individuo Jimenez
  Por agarrarlo a pedradas.

  En un chnichel infernal
Hubo el mas grande desórden
I para ponerlo en órden
Llamaron un policial.
El soldado al presenciar
Del crímen no se recela;
Pero en esa callejuela
Por la jente endemoniada
Fué recibido a pedradas
El soldado Valenzuela.

  Cuando el soldado al chinchel
Llegó, calle de Rancagua,
Las piedras lo mismo que agua
Le empezaron a llover.
Mas, cumpliendo su deber.
Decia: no importa nada
Que esta jente endemoniada
Se esté alzando contra mi.
I al que le agarró el quepí
Dió muerte de una estocada.

  Uno de los individuos,
Roto mui desordenado,
Le agarró el quepí al soldado
I arrancó como un judio.
Pero el soldado entendido
Dijo: atajarlo conviene;
En la fuga lo detiene
Diciéndole: hombre, deténte;
Dándole muerte cruelmente
Al individuo Jimenez.

  Cuando el soldado llegó
Para calmar la batalla,
Todita aquella canalla
Grande alboroto formó.
Aquella plebe se alzó
Como fiera alborotada;
El soldado con su espada
Se batía contra ellos,
Matando a uno de aquellos
Por agarrarlo a pedradas.

  Por ultimo, este soldado
Premiado debe de ser
Porque estaba en su deber
Cuando se hizo desgraciado.
Contenplen de que el finado
Estuvo al darle la muerte
I él de resistencia fuerte
Se batió de mano armada
I de una fuerte estocada
A Jimenez dejó inerte.

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