El Paraiso Delicioso
o
LA CAIDA DE ADAN

  Eva vivió en el jardin
Como preciosa doncella,
Sinpática, pura i bella
Parecia un querubin,
La serpiente con mal fin;
Le dijo de que comiera
La fruta y al hombre diera
Para que este la aprobara,
Y en cuanto la saboreara
Al punto de amor supiera.

  Eva la vista tendió
Al arbol con alegría,
Y el fruto que de el pendía
Hermoso le pareció,
Al hombre le dirijió
La mirada i dió un suspiro.
Le dijo el fruto que miro
Es rico i lo desprendieron
Y entre ambos se lo comieron,
Con cáscara i cuesco al tiro.

  Adan era un buen muchacho
I hayó el fruto sabrosito
I Eva con tanto apetito
Comió que le dió un empacho
El tentador vivaracho
No les hizo ni un reproche
Por fin el hombre, una noche
Tanto al árbol se subió
Que no sé con qué rompió
De la vírjen flor el broche

  El delito conocieron
Desnudos se contemplaron
I como se avergonzaron
Por el rubor se escondieron
La voz del Señor oyeron
El i su aflijida esposa
Marchita como la rosa
Ella i su esposo tambien
Con las hojas del Eden
Cubrieron no se que cosa,

  Por fin temblando los dos
Al llamado respondieron
I avergonzados salieron
A la presencia de Dios
Adan, con trémula voz
Dijo: Señor, la mujer
Fué quien me indujo a comer
I ella dijo: la serpiente
Me hizo probar el potente
Fruto de mal parecer

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