Ejecucion del soldado
Vilches,
QUE DIÓ MUERTE A DOS PERSONAS
EN SU CUARTEL

  Ya con la vida pagó
El infeliz desgraciado,
En el banco ha devengado
El crímen que cometió.

  Tres dias el desgraciado
Ha pasado en la capilla,
Con una pena sencilla
El pobre reo ha llorado,
Porque el Consejo de Estado
El indulto le negó,
I la pena confirmó
Sin haber apelacion,
El infeliz sin perdon
Ya con la vida pagó.

  El soldado, hoi temprano,
Se levantaba a oir misa,
En recibir se precisa
El auxilio Soberano;
Contrito el pobre cristiano
Permanecía humillado,
De una cruz abrasado
Llorando con desconsuelo,
Se encomendó a Dios del cielo
El infeliz desgraciado.

  Despues, con el relijioso,
Al banquillo se encamina,
A la Majestad divina
Se encomienda mui penoso;
Con pasos mui temblorosos
Caminaba el desgraciado,
Mui triste i desconsolado
Del pueblo se despidió,
El crímen que cometió
En el banco ha devengado.

  Luego de toda la jente
Se despide sollozando,
El pueblo está encomendando
El alma del delincuente;
El piquete, prontamente;
Contra el reo disparó:
Al infeliz se le vió
Que en el momento espiraba,
I de aquel modo pagaba
El crímen que cometió.

  Al fin, ya se retiró
La jente rezando el Creo,
I el alma del triste reo
En la gloria penetró;
El Gobierno, pues, cumplió
Con otra triste mision,
I a seis en esta nacion
Antes de un mes han baleado;
Por que en este majistrado
Nadie ha hallado compasion

18,103–Imp. C.

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